Veinticuatro de noviembre de 1991, número capicúa y hoy hace 30 años de aquella maldita fecha.
Otro adelantado a su tiempo, personaje irreverente que hacía todo lo posible por ser feliz, hacer feliz y descubrir todo lo bello de la vida a pesar del mundo en el que le tocó vivir.
Años 70 y 80, Estados Unidos, salvo la excepción de Jimmy Carter, vive bajo el mandato republicano de presidentes tan conflictivos como Richard Nixon o George Bush, así como del actor Ronald Reegan, el cual se bajó del caballo y soltó las armas en la ficción para retomarlas en la vida real. Americanos…
La música se vivía como un modo de protesta, no como ahora que solo habita entre nosotros la música comercial sin compromiso social. Y entre los tipos destacados, ahí estaba siempre él, Freddie Mercury. Quién no recuerda sus pelucas con toques femeninos, sus pintas, sus coloridos y sus disfraces. Nunca olvidaré cuando se presentó en un concierto vestido como el mismísimo Rey del rock: corona dorada, pantalón blanco y atuendos reales. Todo en un perfecto terciopelo rojo.
1984, su grupo, QUEEN, en pleno conflicto del Apartheid, se marchan a Sudáfrica a hacer un concierto. Imaginaos las críticas desde EEUU…
Parece curioso, que todos los personajes que pasan últimamente por La Morada han muerto en condiciones “extrañas” o han rozado la muerte con sus acciones. Pues sí, este guerrero, micrófono en mano luchó por su gente, hasta que el SIDA se lo llevó. Las versiones oficiales dicen que fue una neumonía, pero no engañan a nadie. Gay confeso, y genio entre genios, dejó obras para la historia, para que se estudien en Conservatorios y Universidades.
Voz entre voces. ¿Tenor?¿Rockero?¿Barítono?¿Baladista? Yo diría más bien que cantaba lo que le daba la gana y cómo le daba la gana. Lo mismo interpretaba un “We are the Champions” en Wembley, que se ponía al lado de la mismísima Montserrat Caballé y clavaba sus tonos. Curioso.
No pretendo recordaros la innumerable colección de obras de arte que salieron de su propia pluma y mucho menos las que cantó al lado de su grupo. El mismo que terminó de pasar a la historia justo cuando su solista murió. Durante los años 80, Queen era un magnífico grupo de Rock, grandes temas e inmejorables conciertos, pero fue la muerte de Freddie la que desencadenó que hoy por hoy se consideren un grupo de leyenda.
Días antes, cuando ya sentía que se le iba la vida tras cada golpe de tos, escribió la que para muchos, e indiscutiblemente para el guerrero que escribe, es la mejor canción de todos los tiempos. Hay que tener unas pelotas muy gordas para ver que te mueres y escribirle a tu grupo que “Show must go on”, es decir, que cuando él muera, el show,el espectáculo debe continuar…Ese es el espíritu de un tío grande.
Empty spaces – what are we waiting for
Abandoned places – I guess we know the score
On and on
Does anybody know what we are looking for
Another hero another mindless crime
Behind the curtain in the pantomime
Hold the line
Does anybody want to take it anymore
The show must go on
The show must go on
Inside my heart is breaking
My make-up may be flaking
But my smile still stays on
Whatever happens I’ll leave it all to chance
Another heartache another failed romance
On and on
Does anybody know what we are living for
I guess I’m learning
I must be warmer now
I’ll soon be turning round the corner now
Outside the dawn is breaking
But inside in the dark I’m aching to be free
The show must go on
The show must go on – yeah
Ooh inside my heart is breaking
My make-up may be flaking
But my smile still stays on
Yeah oh oh oh
My soul is painted like the wings of butterflies
Fairy tales of yesterday will grow but never die
I can fly – my friends
The show must go on – yeah
The show must go on
I’ll face it with a grin
I’m never giving in
On with the show
I’ll top the bill
I’ll overkill
have to find the will to carry on
On with the
On with the show I
The show must go on.
La cordobesa says
24 noviembre, 2010 at 08:52Una gran canción, sí señor, que nunca dejará de sonar.