Se encontraba tu/mi/nuestro Sevilla a un paso de meterse en la tercera semifinal consecutiva de Copa, la cuarta en cinco años o la quinta en ocho (que grande) y no nos ha fallado, como en tantas otras veces en las que no lo hizo. Como les ha fastidiado a muchos que hayamos pasado, pero es lo que hay y el grande de Andalucía seguirá paseando su nombre por España y defendiendo el título de Campeón de Copa. Cosas.
Manzano revolucionó el once inicial, sorprendió a todos y seguro que fue criticado por muchos. Yo, el Filósofo, califiqué de “abuso” esta revolución, porque para mí dejar a Navas, Perotti, Capel, Luisfa o Alfaro en el banquillo jugándote unas semifinales lo es. ¿Alguna vez se ha visto un banquillo así? Quizás en pretemporada. O no.
Mi apreciación sobre la alineación varió cuando vi que, tras 1 año y casi un mes, Sergio Sánchez se ponía la Casaca Sagrada y volvía a disfrutar de la oportunidad de ser futbolista. Él se lo merecía, por la valentía de darlo todo por su sueño, por su pasión, por su vida, por el fútbol. Y en parte, nosotros también. Ver a Sergio otra vez en Nervión y ver como había ganado esa batalla me hizo creer en que las cosas, con fe y esfuerzo se consiguen. Y que quizás las cosas pasen por algo, aunque duelan. Quizás.
Saltaban los nuestros al campo con tres centrales, dos carrileros, tres medio un delantero y Kanouté. ¿Sin bandas? Si para mí el Sevilla no se entiende sin ellas, sin Navas, Perotti o Capel. Sin “cositas” por las bandas. Cáceres y Dabo se encargaron de subir y bajar ambas bandas durante todo el partido. Mientras atrás, Alexis, Sergio y Navarro cubrían la retaguardia. Por delante Zokora barriendo el campo y Romaric y Renato dando fluidez al fútbol sevillista. Kanouté en todos lados y arriba Negredo en la pelea.
Me encantó volver a empezar a atacar hacia Gol Norte, como siempre. Ver a Varas de rojo pasión y ver al 17 en el eje de la defensa. Como, el tiempo lo dirá, en su día al Gran Capitán.
Salió tu/mi/nuestro Sevilla enchufadísimo al partido. En el primer minuto Negredo pelea un balón, se va de dos y su pase es despejado. La pelota llega a Cáceres cuyo centro sale alto. La batalla del centro del campo era nuestra. Zokora marcaba la línea y entre Roma, Renato y Kanouté la pelota iba al antojo de un lado a otro.
En una de éstas, el 6 sevillista abre para Dabo. El centro del de Dakar llega hasta Negredo, que controla y la pica por encima del portero rival y Renato, sobre la línea, la empuja por la presencia del defensa rival. 1-0 y sólo era el minuto 7.
Pocos minutos después, Martín Cáceres subía la banda y su centro era rematado “en plancha” por Negredo, el remate se fue rozando el palo izquierdo. Martín subía bien la banda derecha y sus pases fueron generando cierto peligro.
Mientras, los de amarillo, tras falta de Navarro (que le costó la tarjeta) respondía con un remate al larguero. Pero que de ir dentro hubiera sido detenido por Varas. A la siguiente, fue Dabo el que tuvo q arreglar una fallo en la salida del balón.
El Sevilla atacaba ahora por banda izquierda, Negredo jugaba con Dabo y su centro era rematado de cabeza fuera por poco por Kanouté.
El balón era sevillista, la pelota circulaba de manera fluida por el centro del campo local. Las bandas, sin ser específicas, funcionaban. Y atrás, pese a algunos “despistes” todo era seguridad. Un intento de “tirar” el fuera de juego propició la ocasión más clara del Villarreal, pero ahí estaba Varas para desbaratarla. Sergio estaba intratable jugando de “líbero”, no pasaba nadie por su zona y ayudaba a sus acompañantes de la zaga.
En ataque seguíamos generando ocasiones, en una jugada entre Renato y Cáceres, el centro del uruguayo era desviado con la mano por un defensa rival, pero el línea no lo “vio”. Algunos hablarían de robo. O no.
En la última jugada pudieron empatar, falta absurda de Alexis que es botada rozando el palo izquierdo sevillista. 1-0 y eliminatoria encarrilada.
Empezó la segunda mitad, y si en la primera salimos concentrados nada comparado con ésta. Balón de centro, Kanouté para Romaric, éste para Navarro que arranca en velocidad y la toca para el malí. El Gigante la toca hacia Renato abriendo a la banda para Martín, tira la pared y la pelota sale a saque de banda. La pelota vuelve a Renato que fuerza un saque de esquina.
Y se acerca a esa esquina, tranquilo y pensativo Romaric, coloca la pelota con cariño y su centro, preciso, es rematado por Kanouté de tremendo cabezazo haciendo el segundo en sevillista. Gol número 123 para el 12 sevillista y otra asistencia más para Ndri (¿cuántas lleva?).
Pero no terminaría ahí el show. Forzamos otro córner, y nuevamente se dirige Romaric a teledirigirlo…y se me “cuelga” la imagen, le digo al Guerrero por chat: “3-0” y sin poder verlo en directo “goool” me responde. La pelota era rematada por Alexis (segundo gol el suyo) y eliminatoria sentenciada en el minuto 49.
Y ahí se gustó el Sevilla e hizo disfrutar más a una grada de Nervión deseosa y que supo agradecer y disfrutar el fútbol de los suyos, aunque quizás si la revolución hubiera salido mal todos sabemos que hubieran caído palos por todos lados. Sólo quizás.
Dabo seguía por la banda izquierda haciendo daño, tras irse de dos su pase, hacia Negredo, fue desviado a córner. A la misma esquina de los goles anteriores. Y allí volvía el 6 sevillista. Esta vez su pase, otra vez perfecto, fue rematado flojo y centrado por Sergio Sánchez. Una pena.
Con la eliminatoria resuelta, vinieron los cambios. Alexis se lesionó y fue sustituido por Konko. El francés fue recibido con algunos pitos y luego no se hizo merecedor de nada positivo por parte de la grada. Perotti, español, daba descanso a Kanouté y Navas entraba por Romaric, despedidos ambos con grandes ovaciones.
Pudo llegar el cuarto, Negredo remató alto, Renato flojo y Konko desviado. Pero el trabajo ya estaba hecho. Y tu/mi/nuestro Sevilla en otra semifinal, y nosotros disfrutándola.
Manzano se la jugó, como hizo Manolo frente al Getafe el año pasado, y volvió a salir bien. Revolucionó el equipo y dio un golpe de efecto letal para el Villarreal.
Como dijo Ernesto Guevara, “La revolución no se lleva en los labios para vivir de ella, se lleva en el corazón para morir por ella.” Y hoy no era día de derrota en nuestros corazones, hoy no.
ÁS_FdN
el guerrero says
19 enero, 2011 at 09:32Si señor, te has gustado cabron!!! ¿Como necesitábamos una gran victoria para elevar nuestros corazones y que la voz tornara en grito para aclamar a los nuestros.
Por fin una novedad, primer partido en el que Manzano decide aparecer, ya iba siendo hora…esperemos que le siga funcionando el cambiar de forma radical un esquema, porque no me imagino al Sevilla jugando asi,, aunque si ahora pone a Navas por Kanoute, desde la mediapunta, y con movilidad, podria hacer muchísimo daño. Veremos que pasa…
Y claro, no podia terminar mi comentario con mejor noticia que la de Sergio, ya, uno de los nuestros, uno de esos chavales que por cuestiones del azar terminará siendo mas sevillista que el escudo y con pintas de darlo todo porque su corazon se lo permite y porque su alma ya esta en Nervion.Grande Sergio!!!!
Ayer te pedí una frase arrolladora, pero me has levantado cuando la he leido. Viva la Revolución!!!
celia says
20 enero, 2011 at 12:11cuando he comenzado a leer el comentario que tanto deseo siempre despues de un partido de nuestro sevilla, he quedado muy satisfecha por el acierto y amor que pones en tus amores sevillistas,
me gusto que pusieran a negredo en vez de fabiano, que en el ultimo partido ni se vio, y la verdad que acerto el entrenador en ello. Enhorabuena por este resultado y a seguir asi que nos queda un camino duro, pero que trabajando todo se consigue y luego da mas satisfacción. Hasta la proxima
el guerrero says
20 enero, 2011 at 14:43Celia, gracias por participar en la versión deportiva de La Morada. Ya veo que tus colores son claros, lo cual me alegra aún mas…
Espero seguir leyendo comentarios tuyos por aqui y que animes a la peña a leer al Filósofo de Nervión y todas sus cositas…