Partido de Cuartos de Final. El Madrigal. El Sevilla FC llegaba al feudo del equipo que ha ocupado el territorio que le correspondía en los últimos años a los de Nervión. El equipo de casa contaba con algunas bajas significativas, como Nilmar y Ángel, que se perderá lo que resta de temporada por una rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda, Marchena y Bruno, que vio la 5º amarilla en el Bernabéu.
El Sevilla FC, club de nuestros amores, llegaba con ganas de fiesta, apoyado moralmente en los últimos resultados cosechados lo qu ele hace estar a 3 puntos de la Europe League, mínimo consuelo si no conseguimos finalmente llegar al 4º puesto.Gregorio Manzano preparó el partido con la mente puesta en darle descanso a D.Frederick Kanouté y para ello dispuso en el once inicial a Navas y Capel, por las alas, y a Diego Perotti con mucha movilidad por el centro.
Comienza el partido y se ve un Sevilla que sin tener la posesión del balón, controla el tempo del partido. Zokora y Romaric se sitúan por delante de la zaga lo que dificulta el ritmo de pases del equipo castellonense.
Y aquí es dónde empiezan los problemas. Aquí o allí, no depende ni de los rivales ni de nuestros atacantes ni del centro del campo. Depende de los jugadores que tenemos atrás.
En términos generales, el Sevilla juega bien, o al menos no juega mal, bien colocado en el campo, pero nos matan los fallos puntuales, que ya empiezan a no serlo. Es una lástima que la planificación de Monchi haya deparado dos nuevos fiascos en defensa como son Dabo y Alexis. Uno, el senegalés, me gustaría saber que informes realizó Antonio Álvarez cuando estuvo en Francia siguiendo sus partidos y el otro, Alexis, deberíamos, urgentemente, cambiarlo por Cala para que se foguee un ratito en Segunda y no ponga de los nervios al personal.
Y claro, después de esto sólo me queda decir que en un fallo de Dabo, que le cogen la espalda cada vez que llegan, y otro a continuación de Alexis, llega el 1-0 Gol de Cani de semivolea a puerta vacía después de dos rechaces de nuestros centrales.
Seguidamente, minutos raros, de descolocación, nerviosismo y sin sentido, que desembocaron en un nuevo gol. Gol de Rossi, cinco minutos después, desde fuera del área con rebote añadido en el todopoderoso Alexis. 2-0 y caras de “ojú la que se nos viene…”
Cosas del fútbol, cuando todos pensábamos que se nos iba la eliminatoria, cambia el partido y lo hace por sacrificio, corazón y ganas de ganar de los nuestros. Curiosamente, nada más sacar de centro tras el segundo gol, el equipo toma una cara de seriedad y saber hacer, ese oficio que le ha faltado desde el inicio de la temporada. Romaric, un jugador indescifrable, capaz de dar 3 asistencias de gol e incapaz, a la vez, de despejar un balón franco a córner, se echa el equipo a las espaldas bien secundado por el brutal esfuerzo de Negredo y Navas que poco a poco debe ir recuperando su mejor forma.
Minuto 38. Jugada que cortamos en defensa, Zokora baja a recibir, la sube al centro del campo y se la entrega en corto a Romartic. Progresa por el centro, se gira, y se inventa un pase de semivaselina magistral, de los que dan Xavi e Iniesta, magistral control de Álvaro Negredo –y era el segundo que hacía- la pincha dentro del área, cuerpea con Catalá y golazo del vallecano. 2-1 y empezaba a coger otro cariz el partido.
El Villarreal dejó de parecerse al equipo que tiene enamorado a toda España y jugó lo que resta de partido como la segunda parte del Bernabéu en la que no aparecieron sus cracks.
Acaba la primera parte y comienza la segunda de igual modo. ¡¡¡Nos animamos!!!
El equipo controla el juego, Romaric se hace grande, y parece, solo lo parece, que atrás hay seguridad defensiva. Pasados 10 min. más de lo mismo, fallo defensivo, centro al área y Marco Ruben le gana el salto a Fernando Navarro y nada puede hacer Varas para evitar la tragedia. 3-1, tres fallos defensivos.
Continúa el encuentro en la misma tónica, gracias a Dios el equipo no recibe con fiereza el golpe duro asestado y sigue jugando y controlando, toque, toque y balones a Romaric. Este futbolista, si no perdiera la posición innumerables veces a lo largo de los 90 minutos y perdiera 3 o 4 balones menos por partido sería indiscutible, pero no es así…Cosas. (Guiño a mi Filósofo de cabecera) 😉
Cinco minutos después y tras desaprovechar un par de jugadas interesantes, le llega el balón a Romaric en la frontal del área, se adelanta con la punterita al central, se escora hacia la izquierda, se la prepara a su guante izqauierdo y le pone un balón colosal a Negredo que al más puro estilo “Bam Bam” marca el 3-2, el de la esperanza en la remontada en La Bombonera. Gran salto y mejor definición en el aire de nuestro único ariete. Digo único porque Luis Fabiano anda deambulando entre traspasos a Corinthians y lesiones de mediopelo…
Prosigue el control y el dominio del juego. Destacar la labor de Javi Varas que sin hacer nada brillante, despejó dudas acerca de sus posibilidades. Portero sobrio, sin alardes pero seguro. Hizo un par de intervenciones muy curiosas…¡¡¡Bien por la Carretera de Utrera!!!
Pues nada, pasan los minutos, y la última media hora fue de Romaric, crecido, muy crecido, la pedía, buscaba y encontraba compañero. Sólo destacar el susto provocado por la cesión atrás de Negredo -¿a quién se la quería echar?- que casi nos cuesta el cuarto.
Partido acabado, todos firmábamos el 3-2 ya que la vuelta con un 1-0 podría ser placentera, y ni mucho menos, el equipo sigue arriba ya con Kanouté que sustituyó a Perotti y Acosta que dio descanso a Jesús Navas después de una terrible patada a la rodilla de Capdevila. Pelota botada desde la izquierda, embrollo dentro del área y sin saber ni cómo ni por qué le llega lentamente a Alexis Ruano que para hacer olvidar todo el mal que crea atrás la pone pegada al palo izquierdo del meta y pone el empate en el marcador. Un empate que sabe a victoria clarísima gracias al valor doble de los goles fuera de casa.
La sonrisa de mi cara delataba que hemos vuelto. Nos falta contundencia y orden atrás y poco más porque la pólvora vuelve a estar presente, Navas está Kanouté parece que tiene 25 años y Negredo los mete de dos en dos. Encima tenemos un tío en el centro del campo que da 3 asistencias. ¿Se puede pedir más? Desgraciadamente la respuesta es clara y todos la sabemos, así que no cabe otra que esperar al martes, al partido de vuelta, para tratar de celebrar el pase a semifinales de una Copa que actualmente nos pertenece y que no debe perder acento sevillano.
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