Hacía tiempo que no me encontraba con una noticia de esta índole. Desde los métodos universitarios para caracterizar aquellas alumnas según lo activas que sean usando su preciosa boca y anteriormente el consensuado estudio para demostrar que cuantas más tetas, senos, mamas, ubres (teta que mano no cubre…) y grano (teta que no llena mano….) más larga será la vida del hombre, nada había sido suficientemente llamativo y meritorio, para este guerrero, que lo motivasen a dedicarle el post del día a un tema tan natural y cotidiano como gracioso.
Muchos son los chistes que se han contado sobre los preservativos –Niño, me ha dicho un compañero de trabajo que dónde está el código de barras en un preservativo…he tenido que salir corriendo para evitar una respuesta no deseada. ¿Tú lo sabes? Claro, hijo, claro, en la última vuelta, “picha corta”…
Otro de esos chascarrillos populares dice algo así: Un señor un poco basto entra en una farmacia y le dice al boticario: “¡¡¿me da usted una caja de condones?!!” El señor ataviado con la bata le reprende su comentario y le dice que tiene que pedirlo diciendo profilácticos, que hay señoras mayores y algún pequeño y se pueden sentir ofendidos. EL hombre acepta la regañina y se marcha a disfrutar. A la semana siguiente vuelve al lugar del delito y continúa así: “¡¡Farmacéutico!! Quiero una caja de profilácticos pal nabo…”
Bromas y chistes a parte, el escrito de hoy va dedicado como ya habéis podido comprobar a esos artículos de origen polimérico que tienen aspecto más o menos cilíndrico y terminado en una punta un tanto curiosa…
Ustedes me preguntarán que a qué viene este post, si llevamos usándolos décadas, pues sí, pero no el condón 2.0. Nada de tecnología, aún no hay mando a distancia por IR para desplegarlo ni por Bluetooth. En este caso, hay un invento “fantástico” para aquellos trozos de carne pegados a un pene que dicen que les molesta ponérselos. -Con lo divertido que es lo que viene después, me voy yo a poner a pensar si me molesta o no…- Pues sí, los hay y para ellos el último grito en condones. El modelo trae adherido unas finas bandas laterales diseñadas para que al tirar de ellas poco a poco el susodicho elemento de esparto…jajaja se despliegue a todo lo largo del tal…
Esta Tribu aún no ha rendido cuentas a tal elemento polimérico, pero tampoco es necesario, ya que aquí nos gustan los grandes eventos y vamos con la cabeza muy erguida y siempre de frente, y siempre a pelo…
el filosofo says
8 junio, 2011 at 17:40Con tiritas, sin tiritas, con estrías, extra sensible, puesto o no…que haya mucho amor!!!
La Morada says
8 junio, 2011 at 18:57Siempre @Filosofonervion siempre mucho amor…
trovero says
9 junio, 2011 at 23:48To lo que tu quieras guerrero con los inventos., pero yo tuve un amigo que utilizaba preservativos, condones, profilacticos, cachirulos, etc… en cada relación con su señora y el mozo tenía siete niños. Y esos preservativos no los inventó nadie… se los hacía su mujer de crochet….