Hoy me siento frente a una pantalla blanca para traer un poco de realidad a La Morada.
Tras luchas internas, juegos sucios, miradas perdidas y batallas entre lo bueno y lo malo, lo blanco y lo negro, hoy me planto aquí para escribir sensaciones y sentimientos. ¿Habrá algo más real que sentir?
Sentir con palabras mayúsculas, sentir cada cosa, disfrutar de todos y cada uno de los instantes que se viven. Cada momento, toda una vida…
Mi llegada a casa ha sido un poco eufórica, he vuelto a ver ojos ingenuos llenos de curiosidad. Dos ojos que transmitían tanto interés, que el tiempo pasaba y pasaba y yo disfrutando contando cosas, explicándolas, aconsejando, incluso y recibiendo esa sensación de “por fín”…
Aquí os presento mi presente, del que aprendo a disfrutar, si es que antes no lo hacía. Hoy parece que las cosas prosperan, no es el que se dice “el de mi vida”, pero la satisfacción que siento es difícil de explicar, me siento bien a expensas de que todo vaya a mejor.
Hoy, un tuit me ha hecho pensar, y eso que no era la primera vez que leía algo parecido. Dicho texto decía algo así como ¿Qué he aprendido hoy de mis alumnos? Y me ha resultado curioso ya que todos pretendemos enseñar, dar consejos sin recibirlos y si nos paramos a pensar, es gratificante ver sensaciones en los demás, como un simple y pequeño gesto tuyo puede llenar una cara de alegría y como esa alegría es capaz de producirte esa sensación de que lo estás haciendo bien. Quizás enseñar me enseñen poco, quizás sea culpa mía que no me empapo de ciertos detalles…
Hoy mi realidad me ha llevado a realizar un montón de kilómetros por unos pocos euros, ¿y si el dinero no lo fuera todo en esta vida? ¿y si el amor al arte estuviera pagado? La respuesta es que no lo es todo, sin duda, pero que poderoso caballero es, y qué cantidad de miserias puede llegar la gente a hacer para lograrlo. La vida…
No pretendo alargarme mucho en mi escribir, mis tareas deportivas empiezan temprano, sí sí, habéis leído bien…no fue un lunes cuando me lo propuse y sigo con el firme convencimiento de ello.
Sin más se despide un guerrero que a partir de ahora, va a respirar cada segundo olores de azahar, que va a tratar de vivir cada segundo como si fuera el último y se va a dedicar a seguir haciendo felices a los demás, en la medida de lo posible…
Sean buenos hermanos.
Melva Hernandez says
22 septiembre, 2011 at 03:38Me encanta este articulo, yo siempre he pensado que hay que vivir de realidades aunque añores los recuerdos de veras wooow me gusta !!