Aunque yo me alegro cuando me entero de que alguien está feliz, hay cosas que por mucho que lo intente comprender, mi cabeza se niega aceptarlo.
Es lo mismo que cuando intentas meter una llave en una cerradura y al no ser la suya, es imposible de abrir, todo lo más que puedes es estropearla.
Pues bien, el jueves día 5 de octubre se celebró una boda en Sevilla, la más irreal del mundo. Fue la celebrada entre la Duquesa de Alba Doña Cayetana y el funcionario Don Alfonso Díez.
Dicen que hubo gran expectación de público y esto fue gracias a los muchos periodistas y fotógrafos que vinieron de todo el mundo y a las “marías” sevillanas que como por las mañanas no hay programas en la televisión de los “destripapersonas”, decidieron acercarse hasta el Palacio de Dueñas por conocer mejor al gran “Galán” que enamoró y robó el corazón de tan distinguida señora, y luego dar libertad sus impresiones.
Yo creo sinceramente que la Señora Duquesa de Alba, tuvo un arrebato de juventud que le hizo, a pesar de su edad y de todos los inconvenientes que le salieron al paso, cerrarse al “gran amor” que le prometió el ya hoy marido suyo, Don Alfonso Díez. ¡Esto sí que es un braguetazo querido Alfonso!
¿Quién te iba a decir hace pocos años atrás, que de ser funcionario del estado, te convertirías en Duque consorte? Que pasarías de cobrar mil y algo de euros, a cobrar ¡lo que te dé la gana!
Ahora tendrás que acostumbrarte a tu nuevo ambiente entre maravillosos cuadros, espléndidas alfombras y un sinfín de objetos valiosísimos.
De sentarte en un sofá “Made in Ikea” que por cierto son maravillosos, a tener todos los que quieras a tu alrededor de extremada delicadeza y calidad tanto en sus diseños como en sus tapizados. ¡Tendrás que tener cuidado, Alfonsito, porque solo el cojín donde apoyes tu “culito”, vale más que todos los que tu hayas tenido en tu vida de soltero, “por muy buenos que hayan sido”!
Si vas a beber y escuchas sonidos maravillosos, no te asustes, porque estas cristalerías sólo con rozarlas las producen.
Tendrás que apuntarte a una academia de baile, para que el profesor intente sacar algún ritmo de ti, porque tienes menos salero que el gato que compró mi hijo en los chinos, y por lo menos puedas dar unos pasos acorde con cualquier rumba o sevillanas, porque tu esposa es una magnifica bailaora y baila todos los palos de nuestros cantes, con lo cual tendrás que estar preparado.
En fin solo un consejo si me lo permites ,“Ponte derecho Cojones, que parece que vas cogiendo aceitunas, y llevas a tu lado a tu anciana esposa más jirocha que nadie a pesar de sus años.
En cuanto a las medallas, para cuando tengas que asistir a cualquier acto de los muchos a los que tendrás que asistir, no te preocupes porque en breve tendrás alguna de hijo predilecto de cualquier pueblo, inclusive la de alguna ciudad, para que la puedas lucir sobre tu pechera.
Por lo tanto, disfruta de lo que puedas y cuidaíto con el perro de la puerta del Palacio que a penas te conoce y puede morderte al salir para comprar la prensa.
¡¡Enhorabuena por el braguetazo cojones, y no te preocupes por aquello de la herencia, que por lo menos tienes asegurada la ayuda familiar…. ¡!
Amén.
el filosofo says
11 octubre, 2011 at 15:59si ya me lo dice mi padre…»niño tu no seas tonto…cásate con una rica!!!!» cuánta razón…cuánta razón!!! jajjajja
Abraham says
11 octubre, 2011 at 21:52El estilo del Niño del Zurraque es cada vez más fino.
No quiero pensar cómo será cuando se haga mayor.
Dale, dale.