Verdaderamente lamentable ¡Como ha amanecido Sevilla!
En la mañana de ayer, acompañé a mi mujer al trabajo como hago muchísimos días, pero al ser día de fiesta que normalmente hay pocas personas en la calle, además por haber sido la noche pasada la fiesta de “Halloween” y temiéndome que algunos hubiesen prolongados un poco más la fiesta con su correspondiente “papa”, que les nubla los sentidos y les hace ser un poco más “valiente”, porque sin la “papa” no tienen cojones para hacer nada de lo que hacen.
Desde lejos nos llamó la atención el ver muchas cosas tiradas por los suelos, pero conforme nos fuimos acercando ¡Qué vergüenza! Las aceras y parte de la calzada de la calle Froilán de la Serna, llenas de bolsas, botellas por los suelos aún con restos de líquidos, vasos rotos, orines por toda la calle, vasos volcados encima de los coches. ¡Qué pena, como dejaron la calle!
Me comentaron varios vecinos, que la noche fue espantosa, ruidos, gritos, alguna que otra, bronca, botellas y huevos estrellados contra la pared, en fin toda una batalla.
No quiero ni pensar, si esto pasa en esta calle que por lo general suele ser tranquila, ¿Qué habrá sido en otras calles de Sevilla?
A todo esto repetidas llamadas a la policía por parte de los vecinos, pero posiblemente equivocaron la dirección al tomar nota, y se presentaron en otro lugar.
Yo comprendo que la juventud tiene que divertirse, porque yo también fui joven y me divertía cada vez que podía. Pero sinceramente yo no recuerdo de haber formado estas broncas, ni de pasarlo bien tirando las botellas contra las paredes, ni de volcar los contenedores, ni de mearme en las puertas de algunos comercios.
No comprendo que para divertirse, haga falta hacer daños a los demás ciudadanos, ¡Queremos estar a la altura de otros países, pero lo primero que tenemos que hacer es aprender “civismo y vergüenza”, si queremos equipararnos a ellos!
¡Qué pena que por culpa de algunos “macarras”, se ponga en tela de juicio a toda la juventud!
Álvaro says
2 noviembre, 2011 at 12:59Es vergonzoso el estado en el que se quedan las calles tras las botellonas (o macrobotellonas). TODOS hemos estado con nuestras botellas en la calle, bebiendo tranquilamente y ni hemos molestado de la forma en la que se hace ahora, ni hemos dejado mierda a nuestro paso. Siempre botellas en la bolsa y al contenedor de turno. Si acaso se han dejado es porque ha pasado la patrulla de Lipasam y ha comentado que las dejáramos en nuestra bolsa en cierto punto, pero ni tiradas por ahí ni partidas.
Ese sector de la juventud tan animal lo que necesita es mano dura, no tanto libertinaje como hay hoy en día. En que piensas esos padres cuando los «educan»?? Nuestro padres no han necesitado una «Supernanny» ni un «Hermano mayor» para educarnos, simplemente hacían lo que hicieron sus padres y lo que a estos les enseñaron.
Aún se habla del botellódromo aquel que todas las ciudades andaluzas deberían tener. No sé yo si resulta buena idea viendo este panorama, aunque si que debería habilitarse una zona para que quien quiera beber lo haga sin molestar y también sin que les cobren como si el dinero criara. Pero visto este panorama…
Ayfe says
2 noviembre, 2011 at 14:28Me considero una persona joven, pero no por eso soy una delicuente. me avergüenza ver cómo se divierten los jóvenes de hoy en día; botellonas (no pasa nada, yo también las hice cuando tocaba, pero intentábamos dejar limpias las calles, nadie meaba en los portales, nadie rompía espejos de coches, bueno nadie no, que tampoco vamos a decir que esto nunca pasó), pero de verdad puedo decir que la juventud, en general, hay excepciones como en todo, no actúa con la decencia cívica que deberían. ¿Y hay quien de verdad se pregunta si es necesaria la asigantura en la aulas educación para la ciudadanía? Pues visto lo visto yo diría que sí.
Yo tuve que sufrir en la madrugada de Hallowin huevos en mi ventana, y menos mal que la puntería fue mala, porque sino habrían terminado estrellados contra la pantalla de mi TV…
Mi marido y yo salimos en busca de los vándalos, pero aparecieron como 20 niñatos encima encarándose, con lo cual tuvimos que dejarlo estar para que la cosa no fuera a mayores, porque encima por desgracia frente a esta panda de desalmados llevas las perder, si eres un ciudadano honrado y que no suele llevar armas en el bolsillo…
En fin, que ciertamente creo que se ha perdido la educación,. el respeto a todo y todos, incluso a ellos mismos. Muchas veces es increíble algunas de las conversaciones que escuchas de estos jóvenes por la calle, conversaciones que dan vergüenza ajena….
Enhorabuena por el post. Dices verdades como puños!
el filosofo says
3 noviembre, 2011 at 00:59Yo he hecho y hago botellona y la seguiré haciendo siempre que me merezca la pena, aunque es verdad que el número de ocasiones desciende considerablemente.
Y como siempre hice, hago y haré, tras terminar de beber, recojo las cosas en la bolsa en la que las traje. y todo ello va a una papelera o si esta estuviera llena a sus pies. Lo único que no recojo es el agua del hielo derretido.
Y si no puedo aguantar y no hay baño cercano. Siempre fue bueno un árbol o arbusto. Pero es que contra eso no puedo hacer nada.
Más de una vez he, hemos, discutido con gente porque no se ha llevado su basura y la ha tirado. y lo seguiré haciendo.
¿Por qué? Porque quiero volver a hacerla…solo eso.