En la calle Albaida, muy pegado a la esquina que esta calle hace con la Avda. de la Cruz Roja, existe un local regentado por José y que se dedica a la reparación y venta de todo lo relacionado con el calzado y bolsos.
Pues bien, desde la Morada y con el permiso de todos los “Locos que la formamos”, quiero dedicarle un pequeño homenaje.
Sí quiero hacerlo, porque hoy día y dado como está la cosa para cualquiera que tenga un pequeño negocio, tiene permanentemente una soga al cuello apretándoles cada día un poco más, porque los impuestos son mayores que los beneficios que puedan sacar, y días de no apretar ni siquiera el botón de la maquina, que abre el cajón donde supuestamente se guarda el dinero de las ventas.
¡Se cae un ratón, y se choca!
Todo esto hace que las personas que están al frente de estos negocios, tengan al cabo del día momentos donde su carácter, sea un poco agrio. Es comprensible y sobre todo sí uno alguna vez, trabajó cara al público, y sabe de lo desagradecido que a veces resulta.
Por eso, y aunque no sea lo correcto, porque ningún cliente debe notar con sus modales, la situación tan crítica que están pasando, y siempre deben guardar la compostura.
Pasar por la puerta del negocio de José y no saludarlo ¡es como cometer un pecado mortal! Porque él siempre tiene la educación y el saber estar, para que pase quien pase, se lleve su saludo.
Por supuesto que su negocio también está pasando desgraciadamente por este calvario que hoy día, es como una lacra que llevamos encima, pero su atención con cualquier cliente es exquisita, y procura por todos los medios, que el problema que le presenta el cliente, sea pequeño o grande, se le solucione favorablemente y siempre con la sonrisa y el detalle gracioso, que hace que el público vuelva. Del cliente amigo ¡del que yo presumo de serlo! ya ni te cuento.
Por eso pienso y deseo sinceramente que él pueda dominar estas olas tan altísimas que ahora padecemos y que sepa continuar con su barca navegando sobre las aguas revueltas que inundan nuestra España, y sus alrededores.
¡¡Suerte José!!
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