Suerte al nacer

Ante el cadáver de un amigo, pensé ¿Realmente qué somos y para qué nacemos?

Pura satisfacción y gozo para una pareja, cuando lo esperan con cariño y con el orgullo de saberse realizados como padres.

Indiferencia y miedo de otras parejas de no saber qué hacer con él, porque no fue engendrado con deseo y cariño, y necesitan deshacerse de él como si fuera una bolsa de desperdicios que obstaculiza sus vidas. Cuando se presenta este último caso ¡pobre criatura

Qué futuro le espera, posiblemente junto a unos padres adoptivos que con un poco de suerte, podrán criarlo con más o menos acierto.
Todo esto teniendo “suerte”, porque desgraciadamente si no existe la suerte, puede terminar en cualquier rincón de alguna calle cualquiera, delinquiendo y probando los sinsabores que producen este tipo de vida.

Si por el contrario es deseado, mimos y diversidad de apretones, achuchones y carantoñas por doquier. Vestuario por docenas, y un sinfín de peluches, donde la habitación -¡su habitación!- se queda pequeña.

Donde el sueño de la ilusión de unos padres, invaden su habitáculo con ideas múltiples sobre su futuro incierto.

Toda una crianza sabiéndose protegido desde el primer chupete, hasta la primera salida con sus pantalones largos que le hacen sentirse un poco independiente. De sus años de estudiante, y de sus primeros pasos en el amor, siempre aconsejado y amparado por el cariño de sus familiares.
Sin embargo, el pobre no deseado, siempre dando tumbos sobre los “garitos” donde la sombra del saberse solo, es la única que le ampara en las madrugadas de su vida.

Pero al final, a todos nos arropará la sábana de la muerte, sin que nadie se preocupe de saber si son de algodón o de tela de saco. ¡Qué más da!
Si tú estas en el oscuro túnel donde ni siquiera se sabe, si tiene salida…

Todo lo vivido, para dejar una fotografía enmarcada, que recordará que un día pasaste por esta asquerosa vida.

A otros, les quedará “como mucho”, algo parecido a lo que fue una fotografía, manchada y rota, tirada por los suelos. Y todo en la vida es ¡por tener suerte al nacer!