Soy una persona que me gusta muchísimo el arte, y sobre todo el bello arte de la pintura.
Entre mis aficiones, es una de ellas, aunque a lo máximo que llegué fue a dibujar con lápiz y «malamente»
Por circunstancias, no tuve la suerte de que se cumpliera, uno de mis sueños, haber podido asistir a un centro especializado en dibujo, donde me hubiesen enseñado sobre este bello arte.
En el colegio donde estudié, no se tocaba prácticamente nada, el dibujo artístico. Más tarde, los horarios de mi trabajo, y luego añadido, mis obligaciones como padre, aparte de un poco de desidia, me impidieron que pudiera realizarlo.
De todas formas, siempre tengo u n lápiz cerca de mí, para dibujar cualquier cosa que vea a mi alrededor, con lo cual me divierto bastante. Tuve alguna práctica en mi trabajo, donde me llevé 32 años dibujando, sillas, mesas y alguna que otra cama, aparte de miles de planos de viviendas, pero ese tipo de dibujo realmente nunca lleno mi sueño. Pero ya, con la edad que tengo, me conformo con hacer “mis cosillas” y luego una vez terminado si veo que me gusta lo guardo en una carpeta que tengo para tal fin.
Pero por lo que realmente escribo estas líneas, es porque existe una forma muy distinta de pintar llamado “Grafitísmo”, del cual hay verdaderos artistas, realizando auténticas maravillas.
¡Pero qué pena!, yo no sé si es por falta de centros donde lo enseñen, o por el simple hecho de hacer daño, el caso es que existen bastantes “NIÑATOS”, que se dedican a emborronar las fachadas de las casas y de los comercios, pero sobre todo algo que parece que les encanta, que son las persianas metálicas, que van encontrando a su paso, y que casualidad siempre ocurre de madrugada. ¿Será porque este tipo de “Señores”, les gusta la noche como a los murciélagos, o porque no tienen “Cojones”, para hacer sus gamberradas de día? Yo creo, que es lo último.
Sinceramente, no me explico como estos “Señores”, pueden burlar la “vigilancia tan constante de la policía…” que se pasan los pobrecillos lo mismo con frío, que con calor, todas las noches patrullando las calles de Sevilla, sin dejar ni una sola, por las que pasan continuamente cada 5 ó 1O minutos. ¡No me lo explico! Pero si alguna vez pudieran coger alguno de estos escurridísimos, Niñatos, deberían las autoridades competentes, darles algún trabajillo de esos que parece que les gusta tanto.
Los pondría a que pintaran “pero con brocha gorda y un carretón de pintura blanca”, todas las señales que tenemos en calles, plazoletas y carreteras, ¡pero las que están en el suelo, lógicamente ¡, para que pudieran desarrollar toda su gran afición, a este bello arte del Grafitismo.
Y por supuesto, con un uniforme singular, pantalón negro, y camisa negra, donde resaltase la frase ¡soy un “Niñato” aprendiz de grafitero!, en letras serigrafiadas en blanco , para que así todo aquel que lo viese aplaudiera su bello y ejemplar trabajo.
De este modo, ganaríamos todos, porque estarían las calles de la vía pública perfectamente señalizadas y además para ellos, sería un curso intensivo de esos que duran unos pocos de años, como las novelas de la tele.
el filosofo says
2 diciembre, 2011 at 20:43larga vida al mundo del arte del Graffiti, no al gamberrismo de «mancha paredes».
Un saludo.