Empiezo este texto desde casa de uno de mis alumnos. Mientras el se dedica a sufrir las incomodidades matematicas que le plantean sus profesores, yo tomo un segundo de descanso para divagar en busca de un por qué.
Recuerdo tiempos mejores en la educacion. Sin duda alguna, mi generacion, la del 78-79-80 fuimos los españoles que disfrutamos de una mejor enseñanza en todos los sentidos.
Tuvimos y vivimos la época «de transición» entre la educacion que se impartía en los colegios donde las sotanas daban logaritmos a base de golpes y la época de la no-educación que vivimos ahora.
Me resulta traumático ver a personitas de 14 años a las que sus humildes padres les tienen que comprar un cuadernillo RUBIO de divisiones para que traten de avanzar en sus estudios. Avanzar para atras, como todo lo que esta ocurriendo en este país. Avanzamos en días, retrocedemos en todo lo demas…
Prosigo mi escrito ya en mi casa, en la soledad y silencio casino de una mesa, una silla muy comoda y mi iPad.
Han pasado algunos días desde el inicio de este escrito, y mis pensamientos son igual de claros aunque algo mas fríos. Ahora no estoy en el fragor de la batalla entre un profesor implicado, no como la gran mayoría a los que complemento, y una cosa que dice ser alumna. Una cosita que no sabe online casino nbso leer, aunque de su boca salgan palabras, incluso esdrújulas, y que sepa relacionarse con su alrededor…Una cosita tan ignorante que cree saber cosas que jamás ha estudiado, cosas que tiene en papeles y que por alguna forma de ciencia oscura, ella cree que domina.
Muchas son las ayudas que recibe por parte de quien no tienen entre sus misiones tal, y mientras una profesora que se limita a corregir su cuaderno y restregar ante su inocente cara que tiene el cuaderno muy ordenado y que ojalá tuviera igual sus ideas…Una duda invade mi mente, ¿no será que no recibe el trato adecuado?
En mi época los profesores eran tutores y pecaban de pesados. Ahora, con los que indirectamente trato, sólo se dedican a pasar las horas en busca de un recreo para calmar su sed con un cafe calentito o esperar a que llegue la última de las sirenas para marchar a casa…
Y mientras el Gobierno consiente la Educacion que tenemos. Cambiemos la ESO por lo otro, es decir, volvamos a las historias de antes, a las asignaturas de verdad, a exigirle al niño a estudiar, a que aprenda, a que crezca conforme pasan los años…esa quizas sea la primera piedra de un proyecto a largo plazo para que la sociedad española empiece a madurar. Hagamos de los bebés del hoy, los españoles brillantes del muy pronto mañana…
Me parece bien…….la ESO, que fatal desenlace…..
Pero no se que estas esperando….o es que los BaltasarCachorristas solo llevan juguetes????……Anda, ponte las pilas que te queda menos de un mes……
Ganas de verte de negrisimo….
Un abrazo y sin beso, que destiñes….
El problema, a parte del fracaso de la ESO, es que la educación hay que hacerla desde casa..y así se podrán dejarse enseñar por los maestros. Respeto, disciplina y buen hacer.
Cosas que por desgracia han ido desapareciendo, pero volverán porque está en nuestras manos.
¡Cuántas veces habremos hablado esto tú y yo!
Para recuperar ese rigor académico del sistema educativo anterior, habría que asumir que el fracaso existe. ¿Qué gobierno está dispuesto a admitir el fracaso? No, el fracaso es sólo un error de método… (y mientras tanto, el sistema en sí está fracasando por todos lados)
Primero habría que admitir que estudiar es duro, cuesta y es doloroso. Segundo, y ese «costar» es síntoma de ello, el estudio y el conocimiento son algo valioso. Tercero, hay que «querer» estudiar y hay que «querer» valer. Querer algo es más fácil cuando ese algo es valioso. Eso no quita que aprender sea también divertido; pero que sea divertido no quita que también a veces sea doloroso. El problema es que tendemos a los extremos.
Por supuesto, la educación debe empezar en casa. El padre y la madre (y los tíos y los vecinos…) deberían posicionarse como maestros. No como maestros de lengua o de ciencias, sino como maestros de la vida, de los sentimientos, del «querer», del «sufrir» del «reír», del «amar». Pero quién quiere ser maestro de sus hijos cuando los niños pueden entretenerse jugando solos. Quién quiere una educación difícil pudiendo tener un aprobado tan fácil.
El maestrillo y su librillo.
Muchas, lo hemos hablado muchas veces… Esto surgió tras un golpe de irritación mental, de meterme en la piel, que no en el cerebro, de esa criaturita que no es consciente de lo que se le está haciendo. Mientras ella, sonría, pasa, se divierte…Los demás ríen, pasan, se divierten… Y después llegan las lamentaciones que estamos sufriendo. Paredes llenas de lamentaciones…habitaciones llenas de lamentaciones, casas llenas de lamentaciones, edificios y manzanas enteras lamentándose…
Y mientras seguimos involucionando…