Llega la semana «olvidada» de finales de agosto, esa en la que la gente se agobiaba por los calores y por tener que abandonar sus lugares de veraneo para ver el derbi de todos los derbis. El problema no era desplazarse a Sevilla desde nuestras playas vecinas, era volver a ellas sabiendo que quizás tuvieras que encerrarte en tu casa unos días, viendo como otros tomaban el Sol… cosas de la guasa sevillana.
Pues ya está aquí el Betis – Sevilla, la primera jornada de la Liga que empieza con 25 puntos para tu/mi/nuestro Sevilla y 3 menos para nuestro eterno rival. Si bien es cierto que en los últimos años hemos preferido tener batallas mayores, no hay que olvidar que un derbi es más que un partido y sus tres puntos, y el que diga lo contrario no siente la verdad, o no quiere admitirla.
No es un partido más, porque da igual en que momento se llegue a este partido, no importa la clasificación, las rachas… solo importa la motivación de los jugadores, el apoyo de la afición el día del partido, lo que le transmitan los entrenadores a los suyos y los que éstos quieran demostrar dentro del campo.
Vuelve la rivalidad sevillana tras dos años de ausencia en verde, con unas directivas que van de la mano en la lucha por un reparto justo, que se han apoyado en momentos difíciles y que demuestran que aunque seamos rivales en el campo, somos familia fuera de él- Que así sea siempre, ya está bien de presidentes que insultan y generan violencia para agradar a unos cuantos descerebrados.
En esta Sevilla de dualidades, de Esperanzas varías, de colores «opuestos» , en esta Sevilla de nuestros amores, se echaba de menos estos partidos. Yo lo disfrutaré desde mi exilio, pero con mi corazón latiendo en rojo y blanco, como siempre. Esperemos que todo quede en lo meramente deportivo y que ganen los de colorao..que para algo son los nuestros.
ÁS_FdN