Una carta te escribo de cuando en cuando es el inicio de unas sevillanas que últimamente han versionado Cantores de Híspalis con la colaboración de Cesar de Los Morancos.
¿Quién no ha escrito una carta de amor en algún momento de su vida? Posiblemente haya por ahí algún chaval que no haya cogido nunca un papel y un boli y haya dejado volar su imaginación pensando en su amada. Ya sabemos que las redes sociales acapara todo el protagonismo y no seré yo precisamente el que este en contra de todo ello, aunque hay cosas que hay que sentir…
Y como esta la cosa, quién no ha recibido una carta de despido de su trabajo -ya extrabajo…- o mejor aún, tener cartas de recomendación para futuros empleos. Estas mas complicadas de obtener siempre son muy satisfactorias.
Pues olvídense de todos los tipos de cartas, sáquenla de la botella y metan el yate de Briatore que yo me voy a referir a La Carta. No hay otra señores, y menos estas fechas…
Aquí va mi homenaje a la carta más bonita que siempre se ha escrito, a ese papel perfectamente adornado con una o tres coronas dependiendo del diseño y que va destinada a tres señores. Tres señores magos que proceden de Oriente según los antiguos escritos…
Aún recuerdo mis primeras cartas con la enorme revista de juguetes de El Corte Ingles y la de Osorno en mi mano. Quiero este, este, este, este… Esto también me lo pido, y este y este…Uyyyy mira qué chulo el disfraz del Llanero Solitario, con sus pistolas y todo… ¡¡¡¡me lo pido también!!! Y así hasta que terminabas por escribir hasta por detrás de la Carta donde ya no había ni diseño, ni márgenes, ni coronas ni nada. Pero daba igual, tú lo querías todo…
Después con el tiempo vas siendo más sensato y ya sólo escribes por la carilla de la Carta que trae los colores y las líneas marcadas para escribir los renglones derechos. Es decir, el esfuerzo no estaba en pedir menos cosas a los Reyes, si no en escribir la letra mas pequeñita para que entrara todo…je je je A un niño se la van a dar los Reyes, con lo listos que somos con esas edades…
Recuerdo un pequeño disgusto que me lleve en el asiento delantero del 127 amarillo del Niño del Zurraque. Era una mañana soleada, él estaba limpiando los cristales y echándole la correspondiente agua a la batería del coche cuando me da por mirar para el suelo y encima de la alfombra veo unos papelitos azules que se parecían bastante a los filos adornados de aquella maravillosa carta que había escrito. No os quiero ni contar el berrinche de aquel guerrerito pensando que se quedaba sin todo lo que había pedido…Por suerte, los Reyes eran Magos, ya tenían mi Carta en su posesión y aquellos papelitos no eran mas que los restos de alguna revista…
Pues para terminar os voy a confesar un secreto, con 32 tacos sigo haciendo mi carta. Ya deje de comprar en la papelería el diseño tradicional. Ya me vale un folio e incluso un formato digital que después pueda imprimir pero lo que no es negociable es mantener la Ilusión por una noche, la más mágica, y por levantarme nervioso a ver que me han echado los Reyes porque como he sido muy bueno durante todo el a√±o me merezco muchas cositas…Muchas cositas o una y muy cara…Ahhhh y que sea de enchufar!!!
Mantener el espíritu de cuando críos escribíais esas palabras ilegibles y que Peter Pan viva en nuestros corazones para siempre.
Mayte says
8 enero, 2012 at 19:58Sabes que mi carta, aún comprada en papelería,adornada con corona y renglones para escribir derecho, sigue estando lista cada año, a excepción de este, que por circunstancias ya había recibido mi regalo de los Reyes Magos de Oriente, y que para mi este año tienen nombre propio Joaquín y Pepa, que desde allá arriba han querido que recibamos el mejor de los regalos… un futuro bebé que ya es lo mejor que pasó en nuestras vidas.