A la Fuente del deseo quiere mi madre que vaya…
Así comenzaba la obra del trovador gadita y tomo sus verso para comenzar mi escrito.
Una fuente, un lugar, un órgano, un cuerpo…
Una gota, un recuerdo, una sensación, una vida…estas son las consecuencias, las de arriba los motivos.
Consecuencia y motivo siempre unidos, aunque siempre en orden inverso al escrito. Cuántas veces hemos dicho eso de mira como se pone sin motivo alguno…y las que nos queda!!!
¿Qué es un motivo y cuales sus consecuencias? Gran pregunta, tantas las respuestas que es imposible decir una. Quien no ve un motivo para tal consecuencia en algo que los demás somos incapaces de apreciar…
Una gota, un recuerdo, una sensación, una vida…todo brota de lo mas adentro de su propia fuente, ya sea de piedra, de metal, o de células vivas.
¿Puede una piedra estar viva? ¿Puede un metal estarlo? Si la respuesta es negativa, cómo es que se crea vida a partir de ellos, o más aún, como puede un trozo de piedra crear consecuencias…
No me cansaré de ver como nacen gotas de una fuente y como se hermanan entre ellas para formar auténticos caños consecuentes de dicha unión…
Dijimos que motivo y consecuencia estaban en unión. ¿Será la unión la consecuencia o será el motivo de que se formen?
Llegado este punto, me marcho a aquel escalón, en aquella plaza a seguir contemplando el alumbramiento de moléculas y más moléculas de Hache dos O sin motivo alguno…
Guerrero podre echar una moneda a esa fuente de los deseos en una de esas me lo concede, muy buen articulo me gusta !!!!
Pues claro!!! La Fuente de los deseos de La Morada está abierta. En la medida de lo posible tratamos de hacerlos realidad, aunque sea de una forma sencilla y de manera escrita…
Gracias Melva…Ya veo tu moneda siempre presente…Saludos!!!
En un contexto dominado por el orden (aludiendo a cierta mini-conversación), todo efecto está causado por una única causa. Un segundo efecto sería la interferencia de una nueva causa, distinta.
Pero en un contexto caótico (como es el movimiento del agua desde un surtidor), aunque diéramos por sentado que también es así, las variables causales son tantas que, aparentemente, de una única causa pueden derivar varios efectos.
¿A qué se parece más el deseo? Aunque el deseo tuviera un solo objeto como causa, sus efectos son diversos, como en un sistema caótico. Es así, entonces, que donde hay deseo brota el caos.
¿Cómo conseguir ordenar el deseo? Yo tengo una alternativa a tu proposición: «son tantas las respuestas que basta, al menos, decir una».
Entonces, ¿puedo decir que el orden y el deseo no se llevan bien?
Siento no estar de acuerdo con el tema del surtidor y el movimiento del agua ya que según estudios de mecánica de fluidos el agua puede moverse o salir de una fuente de dos formas, uno de manera caótica como tu dices, en régimen turbulento que es cómo se denomina pero si lo hacemos con orden, saldrá en régimen laminar, por tanto dichas variables, por muchas que sean, se pueden aliar para obtener un deseo de forma ordenada. ¿o no?
Así pues, me hablas de dos tipos de estructura; por tanto, son emblemas de dos tipos distintos de deseo. Describámoslos.
Un deseo controlado, en el que una sola causa lleva a un solo efecto (o conjuntos funcionando en bloque). Podríamos decir que si el deseo es la causa, el objeto es el efecto. En este esquema, el momento inicial y el momento final son iguales, y sólo cambia la interferencia del proceso, el deseo en el intervalo de su resolución. Este tipo de deseo, de variables más manejables, es susceptible de manipulación.
Pero, ¿que sucede si el objeto, en lugar de ser el efecto del deseo es el «objeto causa de deseo»; es decir, donde el efecto es el deseo? El deseo se mueve a satisfacerse en un nuevo objeto; pero ese objeto (nuevo efecto) no es el objeto-causa, y por tanto, el deseo no desaparece, sino que se vuelca en sucesivos objetos distintos. El deseo nunca es satisfecho, dado que el «objeto causa de deseo» es distinto del «objeto de deseo». En ese caso, tenemos una estructura de deseo caótica (múltiples e impredecibles efectos son posibles desde una sola causa). Esta estructura es mucho menos susceptible de manipulación. Libre, inesperada, peligrosa, sorprendente… Y, muy importante, en este esquema, el estado resultante, es distinto del estado inicial, pues es una estructura no-reversible.
Tu sabes que yo soy más de causalidades que de casualidades… pero he de decirte que me encanta ser una gota de este torrente de agua que es La Morada.