Nuestras Fiestas

Pasada las fiestas navideñas y sobre todo la del día de Reyes, que para todos tiene algo de especial, aunque en algunos casos sólo sea el recuerdo.

Comenzamos a vivir esa otra fiesta que está muy cercana, son esos 7 días maravillosos que forman esa semana tan especial para la gran mayoría de sevillanos, ¡Sin duda habrán descubierto ustedes, que me estoy refiriendo a nuestra semana santa!

Semana o mejor dicho mes, donde toda la familia participa de una manera o de otra de acontecimientos relacionados con nuestra semana mayor.

Desde la madre preparando todo lo relacionado con las túnicas de nazarenos porque -¿Qué pocas familias no tienen algún miembro de ella que no salga de nazareno o de monaguillo?- al padre que anda atareado buscando las hebillas de los zapatos ¡Porque le han dicho al niño que fulanito tiene unas con el escudo de la hermandad, y se le han antojado de llevarlas puestas este año!

El tener que pasar por la hermandad y sacar la papeleta de sitio.

Para colmo; el traje de la madre se le ha quedado estrecho y por mucho “régimen” que haga, la cremallera de la falda no sube ni de coña, y tenemos que buscar uno baratito a prisa y corriendo, porque el Domingo de Ramos está a la vuelta de la esquina.

La abuela se lleva desde 15 días antes del Domingo de Ramos, preparando todo los alimentos y artilugios necesarios para preparar las torrijas y las angüelas, que por cierto ¡Qué buenas le salen!

Al final después de tantos ajetreos y caminatas, se  pasa la semana, eso sí maravillosa a pesar del dolor de riñones y de pies.

Y como no hay “siete sin ocho”-¡Sin que le pique a nadie el …!- Dos semanas y a bailar a bailar alegres sevillanas y los mayores con manzanilla a brindar a brindar, con un buen plato de gambas, vamos todos a comer y a beber que sólo es una semana y tan solo al final, chocolate con churros para aliviar la tajá.

¡Estas son algunas de nuestras cosillas, que algunos catalanes nunca comprenderán ni disfrutarán!

¡¡QUÉ PENAAA!! ¡¡QUE SE JODAN!!