La paz de una noche

Para nada es un post navideño ya que son fechas pretéritas…

Para nada es una postal navideña ni una felicitación, simplemente es un estado de ánimo en un momento concreto del día.

Semana dura de trabajo, día complicado. El frío, y el calor de una estufa hacen que la digestión de un copioso plato me hagan dudar sobre si cumplir con mi obligación o abandonarme por un rato al vicio de la siesta. Vicio que por otro lado tengo abandonado; se puede decir que me he desenganchado…

Pues lo dicho, día duro, la apatía y la digestión se apoderan a partes iguales de mi alma…incluso teniendo un demonio en cada hombro, me visto, me atrevo a salir a la calle y vencer a la desgana. Empieza la tarde cuando el Sol sigue prácticamente en lo más alto…

Las clases siguen su normal transcurrir, incluso llega un momento en el que me llega la inspiración y mientras dos de mis alumnos, por separado, se disponen a cumplimentar su tarea, el guerrero apático es capaz de realizar un par de reflexiones en forma post para este tu/mi/nuestro mundo, como diría el Filosofo…

Prosigue la tarde con alguna que otra variante pero llega satisfactoria y de forma agónica al final. Ya de noche y en el quinto pino, vuelvo al coche y regreso al hogar. Hambriento devoro lo que encuentro. Me siento a ver la tele. El calor de la estufa vuelve a hacer su efecto…Me quedo solo.

Y llega un momento soñado…muchas noches he podido disfrutar de estas sensaciones de tranquilidad. Hace demasiados meses que no disfruto de la paz. El volumen de la tele en el 1 y aún así lo noto alto…me encanta este sentir. La paz se apodera de mi mente, de mi corazón y de todas mis víceras.

Mis latidos son cada vez más lentos…

Me encuentro a gusto, pensando, viendo nada en la tele, tuiteando o viendo las noticias de mi equipo…pero todo a un ritmo lento y pausado. Mañana no tengo que madrugar, ni trabajar. Misión cumplida.

Espero que sepáis disfrutar del calor del silencio y de la paz de una estufa…