Pensando inmerso en mi soledad buscada, entre un mar de locuras resalta de entre las más profundas de todas ellas un sentimiento de cambio, cambio pasado que pasó sin detenerse en su propio transformar.
Un mero cambio, una leve modificación en una situación tan diaria como era disfrutar contigo de algún rico alimento cocinado con el amor de unos principiantes deseosos de aprender juntos.
Fue un simple cambio de silla, pero aún lo recuerdo. Desconozco con exactitud el motivo y por supuesto cuando aquel cambio se convirtió en habitual para olvidarse que había cambiado.
Recuerdo que siempre me sentaba de espaldas al armario, ese tan lleno de recuerdos como vacío de ellos mismos. Unas fotos tuyas, una mía y mucho vivido, nada más. Tú estabas sentada siempre a mi izquierda, solo separados por la esquina de la mesa que, cómo ausente, nos permitía estar juntos y poder vernos casi sin darnos cuenta, sin la necesidad de cruzar nuestras miradas para saber que estábamos tan cerca que podíamos tocarnos sin que nadie sospechara de nuestros vaivenes. Siempre fue así, siempre hasta que dejó de serlo y todo cambió, o quizás no tanto.
Un día, casi de repente, me vienen imágenes que desordenadas tratan de hacerme ver algo, un recuerdo, a modo de metáfora con sus diferentes perspectivas, recuerdos de ese cambio. Y con él, el cambio. Ya no estabas a mi izquierda y sí yo a la tuya. Tras de ti, ese armario tan frío como nuestras miradas despistadas hacia lados opuestos. Con la misma esquina, antes amiga y ahora convertida en espigón fronterizo entre nuestros dos mares en calma.
Fue un simple cambio de silla, pero quizás fue el comienzo de muchos otros que me aturden y me sacan de mi realidad, llevándome a la locura. Una locura que se desata cuando los vientos del sur azotan y me traen con ellos sus tormentas. Tormentas convertidas en mi soledad de locura.
ÁS_FdN
Melva Hernandez says
1 febrero, 2012 at 04:32Entre la soledad tu y mil mares de recuerdos woooooow sin palabras mucho pero que muy bueno me fascina como siempre !!!
el filosofo says
2 febrero, 2012 at 13:08Me alegro que te siga gustando lo que escribo… un beso!!!
el guerrero says
1 febrero, 2012 at 09:33Un simple cambio de silla. Un simple cambio…
Melva Hernandez says
2 febrero, 2012 at 03:31Un simple cambio de silla, ok Saluditos Querido Guerrero un abrazo en la distancia !!! Espero ya otro artículo tuyo !!