Disponible para toda la Tribu la efemérides del día de hoy, leela y disfruta de ella.
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Hoy, como de costumbre, me tomo mi té de diario. Té que ya no me sabe ni dulce ni amargo, hace tiempo que tiene un sabor salado. Mar de lágrimas que rebosan en mi taza, lágrimas almacenadas gota a gota directas desde la incomprensión sufrida por mi alma.
Con qué celeridad se fue llenando durante un tiempo, tiempo en el que mi desconsuelo sufría por mi consuelo eterno. Eran tiempos de preguntas, tiempos de respuestas sin saber cual era la correcta. Mejor no preguntar a querer conocer la verdad, me decían. Solo tiempo al fin y al cabo.