En esta época que nos ocupa vivir, hay dos hashtag de diario, de calle que son trending topic pase lo que pase. Uno es #crisis y la otra #losrecortes.
Permítanme que use argot twittero pero es que creo que es la mejor forma de definir la situación actual.
Hace tres o cuatro días leo el siguiente tweet: “la crisis es el opio del pueblo.” Qué razón lleva…
Nadie tiene la solución a la #crisis actual y ninguno, incluidos los expertos financieros, saben cómo salir de esta.
Yo, cuando se ponen a hablar de #losrecortes de Rajoy como me pierdo con tanta tijera, me acuerdo de esas siluetas de papel que se compraban en las imprentas y copisterías con las que jugaba mi hermana.
Otras veces me acuerdo del Convento de las monjitas de la Plaza de la Inmaculada. ¡¡¡Que ricos!!!
Alguna vez, las menos ,me acuerdo de los filitos de esos cuadernos de cuadritos que se quedan cogidos en el gusanillo metálico. Que me gustaba quitar todos y cada uno de ellos. No podía parar hasta ver perfectamente limpio mi, más fino, cuaderno.
Parece ser que tampoco es tan difícil hablar de #losrecortes y de la supuesta #crisis. Digo supuesta porque yo sigo viendo los bares hasta la colcha de cervezas en las manos y el ruido del chupar de cuernos, en esta época, daría para completar varios podcast culturales.
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