«Mayonesa, ella se bate como haciendo mayonesa…» esta es sin duda la canción favorita de Philippa Gardfield, una enferma de esta salsa.
Esta londinense no sólo hace lo que todos solemos, echar un poco de mayonesa al pescado, a las gambas, si no que lo utiliza junto con un buen café –buen café hastra que le echa la moyonesa, claro-
Ahí no queda la historia de esta buena señora. Su pelo está perfectamente acondicionado, según ella, por la salsa en cuestión, su cara está tersa y sueva gracias a dicha comida.
Si te duchas con mayonesa, ¿seguro que sales limpio?
Os enlazaría el vídeo dónde aparece echándole mayonesa a su café para desayunar, pero os aseguro que con las fatiguitas que me han entrado a mí, son más que suficientes…
Y ya sabéis, ¿queréis ser una chica con pelo Krafft, Ibarra, Ligeresa o Hellmans?
el filosofo says
23 junio, 2012 at 11:53vaya abuso de mujer… la gente se le va tela…se habrá esnifado un pegotón de mayonesa también? eso explicaría muchas cosas…
Yeyi says
23 junio, 2012 at 13:36No está bien de la cabeza… Guerrero, te imaginas echarle un poco de ali-oli a tus cortaos? Rico Rico… jaja