Sueño dónde estás, mi cuerpo te necesita.
Sueño dónde te metes cuando más reclamo tu presencia.
No hay forma, no responde a mi llamada y así van ya tres días…
Mi cuerpo cansado suspira por un alicuota de sueño, de descanso, me acuesto y no soy capa zde conciliar el dicho sueño, cierro los ojos, los abro…el resultado siempre es el mismo, despierto.
Podrías pensar que hay algo que me ronda la cabeza y no me deja alcanzar el descanso que tanto requiero, o que he dormido demasiado y ahora no me toca. Ninguna de las dos apreciaciones son del todo ciertas.Difícil explicación.
Se acerca la noche, mis ojos necesitan cerrarse, lo hacen; acompaño dicho esfuerzo mobile gambling con una voz suave que me evade de la realidad; siempre una radio amiga, una voz compañera que tantas y tantas veces me sacó de algún apuro de este tipo y de la que me gusta acompañarme en las noches de soledad en la cama. Nada.
Amanece y todas las horas de la noche se notan en mi cuerpo, he descansado poco y mal. Me pesan los ojos casi de forma idéntica a cuando traté de cerrarlos horas atrás. Me levanto con sueño. Qué contradicción…
Llega el mediodía, una comida apropiada, un buen almuerzo y dos opciones: cama o sillón. Pues no el uno ni la otra. Ambos métodos han resultado fallidos y aquí me hallo escribiendo mi insomnio, durante mi insomnio…
En breve marcharé con mi sueño a cuestas y llegará la noche y una nueva aventura. ¿Dormiré? Mi conciencia ayuda al descanso, mi corazón está sereno y la tarea realizada ayuda al descanso.
Una vez más llamaré al sueño a ver si me quiere devolver la llamada…
Descansen hermanos…
el filosofo says
3 septiembre, 2012 at 23:54duerme querido Guerrero, duerme…que bien te vendrá!! 😉