Domingo por la tarde, después de una noche de copas y no dormir apenas por estar pendiente de cierta personita, me dispongo a dormir la siesta, pero no sé que me pasa que Morfeo no termina de conquistarme. Me pongo a hacer zapping a ver que encuentro en la tele, me encuentro con la película de dibujitos de «Scooby Doo» y de repente, se me ha venido a la mente momentos de mi infancia.
Me entra añoranza al saber que esos momentos, no volverán, pero a la vez me proporciona muchísima felicidad haber vivido tantas cosas bonitas en esa época de mi vida.
Yo no sé como sería la infancia de ustedes, pero la mía fue magnífica, algunos sin duda podrán contar muchísimas experiencias de su infancia, que seguro que me parecerán fantásticas, pero sin duda, no me parecerán mejores.
Lo que sin duda marcaría mi infancia fue cuando vino al mundo mi hermano, cuando lo vi por primera vez y lo tuve en mis brazos. Era una “moca” de 4 años, pero para mí, en ese momento el mundo paró a mi alrededor y me sentía la niña más feliz del mundo por tener al bebé más precioso. Estaba día y noche allí en el hospital, al lado de su cuna, pendiente de si respiraba o no, y deseando que se fueran la gente para poder cogerlo y que se volviera a detener el tiempo por tenerlo entre mis brazos.
Recuerdo que cuando se ponía a llorar, me ponía muy triste, por que no sabía lo que le pasaba y recuerdo perfectamente que le decía: «Hermanito, no llores que aquí estoy yo para estar contigo». ¡Ay! Lo que daría yo por volver a esos tiempos y disfrutar tanto como lo hice. ¡Ay, bendita infancia!
Me encantaría tener una maquina del tiempo y verme en ese patio de mi colegio. Verme disfrutar con cada cosa que hacía en el cole con mis amigas era una súper aventura, los bailes, las excursiones, los juegos. Deseosa estaba por llegar a casa y contarle a mi Mami (momento infantil) todas las cosas que hice.
Me encanta recordar lo feliz que fui en mi querida infancia, pero más me gusta pararme y darme cuenta por un momento de lo feliz que soy ahora…
el guerrero says
27 septiembre, 2012 at 13:39Eso es, recordar la infancia como punto de arranque hacia la felicidad actual. A ser feliz en todo momento pequeña…