Visitaba el Ramón Sánchez-Pizjuán el gran Joaquín Caparrós, con un Mallorca empatado a todo con tu/mi/nuestro Sevilla. Míchel tiraba de un nuevo once para contrarrestar las bajas por sanción, lesión y baja forma del plantel.
Con Fazio en el eje central, Campaña de titular y Manu ocupando la banda del lesionado Trochowski. El resto lo de siempre, los que han dado los puntos, salvo los robados por Mateu y los tirados en Balaídos.
Las mejores jugadas del Sevilla pasaban, como casi siempre, por las botas de Navas y Negredo. También el croata Rakitic y el brasileño Cicihno pisaban área contraria.
Un cambio de banda de Negredo, con control magistral de Navas termina en remate cruzado del palaciego. Minutos más tardes un saque de esquina ensayado, otro más (¿cuántas variaciones hay?), era rematado alto por Navas de zurda.
Seguíamos atacando y teniendo ocasiones, Negredo tras balón suelto en el área, de cabeza tras pase de Navas, Manu de remate lejano y Spahic alto fueron las ocasiones sevillistas.
El Mallorca no había llegado al área del cumpleañero Palop, hasta que llegó e hizo el 0-1. Un balón del “deseado” a la espalda de Cicinho y una mala salida de Palop hicieron mucho más fácil el gol rival. Dos fallos bastante graves.
No tardó mucho en llegar el empate. Un pase al hueco de Rakitic a Manu, que centra al área. El balón sale rechazado y Negredo de tremendo zurdazo rompe la red haciendo el empate a 1.
Pero al minuto otro fallo defensivo y el segundo del Mallorca. Dos tiros y dos goles, tras varios fallos defensivos. Saca el portero, peinan el balón y el “deseado” deja solo a su compañero que cruza ante la “salida” de Palop. 1-2 y malas sensaciones.
Con algún acercamiento al área rival acabó la primera parte y tras él la confianza en el trabajo y la fe en la victoria.
Mucho ataque por banda derecha y mucho peligro, pero sin llegar a rematar con claridad. Hasta que Navas abre a banda a su compañero Cicinho, el brasileño la pone al primer palo donde aparece Negredo y de cabeza marcaba en empate a 2.
Tras el gol llegaba el cambio de Campaña y la vuelta a los terrenos de Perotti, buenos minutos del argentino.
Más ocasiones, Negredo y Navas remataban alto y minutos después el Duende se quedaba solo y su remate era rechazado a córner.
De un córner llegaba el definitivo 3-2, obra de Cicinho tras un córner. La volea desde la frontal del área del lateral era desviada por un defensa rival y acababa en la red rival.
Con el partido remontado y con una posesión de más del 60% fue matando el partido. Kondogbia y Hervás entraban por Rakitic y Maduro.
Los últimos minutos fueron de tranquilidad en el terreno de juego, aunque no en la grada. Donde volvieron los cánticos en contra del presidente, los ya típicos “fuera del Sevilla…eres un calvo cabrón”, “..a Carabanchel..”, “hola hola hola Don Manué”, al que se sumó uno nuevo “Del Nido vete ya..”.
Entre tanta crispación, hubo cánticos a dos grandes del Sevillismo, Don Joaquín Caparrós y D. Pep Martí. Sevillistas grandes.
Remontada con fe en un estilo de juego, aunque a veces predecible, con Navas y Negredo junto a Rakitic y Cicinho llevando al equipo en volandas. Atrás mucho que mejorar.
Como dijo Thomas Carlyle, “aquel que tiene fe no está nunca solo” y este Sevilla nunca estará solo, aunque algunos parece que quieran dividirlo. Mientras se gane parece que todo vale… #cosas.
ÁS_FdN
el guerrero says
23 octubre, 2012 at 14:10Buen partido el que se vio ayer en La Bombonera de Nervión aunque con algunos matices.
Se vieron detalles que no me gustaron, como la actitud negativa de Manu del Moral, la falta de caracter del canterano Campaña. Este, ante la clamorosa opinión de todos los aficionados, salió nuevamente de titular demostrando una vez más, que no es lo mismo jugar en Segunda B que en Primera…(por decirlo de una forma suave…)
Otra cosa clara es que necesitamos a Medel y Botía siempre en el campo.
Y por último una crítica, no sé si constructiva o no: lamentable el espectáculo que se da en las gradas. Unos criticando a Del Nido, otros criticando a los criticadores anteriores con la sabida respuesta de los primeros hacia las gradas de fondo. Un problema feo y difícil de resolver.
Lo más importante: los tres puntos y las ganas del equipo de ganar y no bajar los brazos en ningún momento.