En estos días se ha anunciado mucho en los telediarios de las distintas televisiones, que los días 16,17 y 18 de Octubre habría huelga de estudiantes en toda España. Hay institutos, en los que se decidieron hacer huelga los tres días y no hacer acto de presencia, en otros un día y en otros simplemente se ha pasado de ella y no se ha hecho, y sus clases siguen en pie.
Pues bien, en el mío, en el turno de día se ha decidido que se haga la Huelga los tres días, cosa que a los profesores conviene mucho, porque firmarán el papelito en el que dicen que están presentes en su puesto de trabajo, pero irán para nada, a echar el ratito, cobrar unos días sin hacer nada. Y en el turno de noche, en el que estoy yo, como se supone que casi todo sus alumnos son mayores de edad, ya estamos en nuestro derecho de hacer la huelga.
¿Qué pasa con eso? Pues que unos no quieren ejercer su derecho a huelga para no tener faltas y no perder sus clases, que otros quieren hacer la huelga porque están de acuerdo con lo que se protesta, otros la quieren «hacer» para estar en su casa en el sofá muy a gusto, o estar por esta preciosa ciudad de cervecitas. Esa es mi opinión.
¿Qué pasa con eso? Que ahora nos toca a 20 personas ponernos de acuerdo con que día ir o no ir a clase, porque como dije antes, hay gente que no quiere perder clases por «estar» tres días de Huelga.
Bien, se queda en que no se va a ir el lunes, porque se creía que la huelga empezaba un lunes, menos mal que a un compañero le da por ver la televisión y escribe en el grupo que tenemos en el Whatsapp que la huelga empieza el martes, que cambiemos ese día por el lunes y así no perdemos clase. Yo secundo la idea, y voy a clase porque no voy a perderlas porque a otros les de la gana de no asistir. Llega el martes, y como el lunes se cambió de idea, hubo cinco compañeras mías que fueron a clase, tal como llegaron les dijeron los profesores que se fueran a casa, porque con 4 alumnos no iban a adelantar materia, gran excusa para que estén tres días en su puesto de trabajo cobrando por no hacer nada.
Hasta aquí todo normal, total, que llega la tarde de ayer miércoles y se forma la de San Quintín en el grupo. Y por eso me lleva a escribir esto que os estoy contando, solo porque unos cuantos dijimos lo que pensábamos de la Huelga y de tener esa excusa para ir a clase. Porque yo soy la primera que pienso, que porque salgamos a la calle a manifestarnos y a insultar a los que están en el poder no van a cambiar las cosas por mucho que queramos.
Con todo esto que os he contado os quiero decir, que miréis por uno mismo, que no miréis por los demás, que aquí cada uno haga lo que quiera y no mire lo que hace el vecino, porque al fin y al cabo todos somos de nuestro padre y nuestra madre y muchas veces vamos al sol que más calienta, nos guste o no, eso es así…
el guerrero says
18 octubre, 2012 at 14:42Ayer pasé por las Setas y había un grupo de 20 supuestos alumnos alentados por una muchacha de un sindicato con un megáfono…Si esto es una huelga que baje Dios y lo vea.
Las huelgas de alumnos normalmente suelen terminar en días de vacaciones para profesores y alumnos ya que estos pasan de lo que ocurre ya que por edad, no controlan lo que ocurre ne la sociedad, salvo casos extremadamente puntuales.
Cosas…
Beatriz. says
18 octubre, 2012 at 16:22Si las huelgas fueran tomadas en serio por el 100% de la ciudadanía, serían otro cantar. El problema, y hablo por lo que llevo viendo en la facultad desde estos cuatro años para atrás, es que para muchos es la excusa perfecta para irse a su pueblo o ciudad, si es que son de fuera, o para no ir a clase y pasarse la noche anterior de fiesta. Es una pena por aquellos que la secundan de verdad, llevados a ello por unos motivos ideológicos cabales, estemos o no, de acuerdo con ellos.
Me parece perfecto que nos movilicemos contra todo lo que consideremos injusto (y aquí injusticias se están cometiendo a patadas) y se nos imponga desde arriba, pero creo que hay alternativas a la huelga, y es que es mi último año de carrera y mi matrícula no va a salir baratita como para que, encima, vaya perdiendo jornadas de clase: a pagar por faltar.
Antonio Borrego says
19 octubre, 2012 at 15:02Estoy de acuerdo de que a menudo las huelgas estudiantiles acaban en dias de vacaciones, pero tambiem hay que tener en cuenta que las huelgas de nuestros hijos son unreflejo de nuestras huelgas y con todo respeto no son en todos los territorios por igual, madrid, barcelona y valencia son por excelencia las ciudades que mas desarrollado tienen el sentido del derecho a manifestarse, especialmente en las dos primeras, donde ir a trabajar atravesando una manifestacion forma parte de la normalidad mas absoluta, mismamente y mi experencia por vivir en madrid puedo decir que al cabo del dia puedes encontrarte expecialmente en estos dias tan dificiles cinco, seis incluso 10 manifestaciones distintas dia si, dia tambiem, de distintos colectivos, sin contar con los grupos aislados que van maxificando y uniendose haciendo mas dificil la circulacion en una ciudad de por si ya dificil en cuanto a movilidad se refiere, pese al enorme entramado viario que tenemos,
por eso estoy deacuerdo de lo de hay que mirar por uno mismo y si mi vecino me apoya bien, pero tambiem hay que reconocer de que en determinadas regiones, desconocen lo que es una manifestacion, en otras tienen una idea bastante aceptable, y en la otra cuando llegas al trabajo o al instituto, es motivo de charla amistosa… «buah, kolega no veas la mani que cruzoa un poco mas abajo, un poco mas y me tengo que ir a toledo para llegar» – «y a quien le toca hoy?» (diria el otro),