Eso parece indicar el error de los estados, status para la aplicación.
Error unavalaible dice el jodío…
Un mensaje me acaba de llegar diciendo que pasa la aplicación a pago; un mensaje de un contacto agobiado justo cuando recibo otro mensaje de la hermana del Guerrero diciendo que qué le pasa a la aplicación que incluso ha reiniciado el iPhone pensando que se había quedado pillado. Me lo ha dicho con un coño entre medias, pero bueno…
¿Alguien tiene la respuesta? ¿Se muere? ¿Pagaremos? ¿Nos iremos todos a Line y que le den por culo a Whatsapp?
Preguntas que próximamente tendrán solución y que por lo que veo tiene acojonado a todo el personal.
Como conclusión a todo esto podemos ver que el mundo se acaba. Los Mayas tenían razón y lo que Rajoy no ha conseguido con sus recortes, Whatsapp lo puede conseguir en pocos minutos. El pánico se apodera de las redes sociales, los contactos volarán a otras aplicaciones y todo volverá a empezar.
Quizás sea un poco exagerado -quizás no, seguro- pero la cantidad de tuits leídos y el agobio de la gente me hizo escribir este post.
Si a alguien no le gusta que me escriba al «guasa» y me lo diga. Y aligeraos por si se va al carajo…
Siempre nos quedará el sms…jajajajajaja ironía modo on.
Antonio Borrego says
29 noviembre, 2012 at 00:52Yo aun no me he apuntado a la moda esta del whatsapp, pero de ser cierto los rumores era de esperar… este jodido mundo se sobresienta en algo que Roma, aquella imperial dueña del universo tiempo atras creo, el dinero, desde entonces, es lo que ha movido el mundo, y ha sido el gran Dios «terrenal» de los humanos, para convertirnos en sus exclavos, y lamentablemente solo ha gozado de las mieles del olimpo aquel capaz de no tener escrupulos de exclavizar mas almas o a las almas con mass cadenas… ante esto solo queda un unico camino… LA REVOLUCION!!! ENCONTRAREMOS OTRA APLICACION!!!
saludos!!!
el filosofo says
29 noviembre, 2012 at 11:22Duro que la gente esté más preocupada de que nos quiten el wassa y no de la guasa que ahí por ahí… en fin. Hotmail se llevó 20 años amenazando, y el messenger… y ahora el Whatsapp.
Siempre quedará llamar a casa de un colega y quedar en la esquina del barrio… y tomarse unos botellines mirándose a los ojos y no a la pantallita.