Ayer a estas horas estaba delante de un papel intentando plasmar los pensamientos y vivencias del día en forma de post. Al cabo de de varias decenas de palabras decidí que no era el momento para escribir. Lo que iba saliendo no tenía mucho…no tenía de nada.
Te sientas, te preparas, pero escribir por la obligación de hacerlo casi siempre te lleva a romper el papel.
Hoy, sin embargo, me he levantado tras una siesta no programada tiritando de frío y con la garganta bien cogida. Strepsils a la boca para que me suavice y me siento delante del ordenador a leer algunas cositas y entre tanto, entro en La Morada a leer a mi querido Filósofo.
Entre tanto…su post me lleva , no sé si por el inicio de costipado o por qué a un combate entre la vida y la muerte, cada una con sus colores y matices característicos. Una da luz, colores alegres y campos con flores mientras que la otra solo es oscuridad y miedo.
Seguro que el Filósofo no iba por ahí, pero cosas de la vida, cada uno lee lo que lee e interpreta lo que quiere.
Pues sin querer, resumí todo este pensar y sentir en unas palabras y mire usted por donde, le encantaron. Yo sin querer dejé volar mi mente y como resultado, un comentario que le llegó a su autor.
Entre tanto, se dejaba leer, enganchaba y me hizo reflexionar….
Post dedicado a un post y a su autor
el filosofo says
15 noviembre, 2012 at 11:26Ese es mi Guerrero, mi parte opuesta y mi contrapeso en esta La Morada, tan diferentes y tan iguales, que con casi nada nos llegamos a entender, aunque se entrelacen conversaciones filosóficas con batallas y con entrenadores de barra y grada…
Gracias hermano!!! Entre tanto… ¿unos botellines para cuándo?