Siempre me llamó la atención el término corolario desde la primera vez que lo oí.
Corrían los primeros días del siglo XXI y un profesor de la Escuela, más concretamente de álgebra se empeñaba en dar corolarios y corolarios de todos los teoremas estudiados.
Pues bien, después del Teorema de la Navidad que dice que todo el mundo debe ser bueno, hacerse regalos y estar rodeados de sus familiares y amigos haciendo el bien, llega su corolario, es decir, las consecuencias de todos estos días y su moraleja.
Han sido días intensos, algunos extraños, no os lo voy a negar. Días llenos de copiosos compromisos de mesa y mantel siempre acompañados de buen vino.
Días en los que se han dado, y os cuento mi caso, extrañas circunstancias que no por esperadas son menos… -iba a decir dolorosas, aunque no es realmentenla palabra porque aunque duelen, no llegan a ser dolorosas-
Lo cierto es que se han roto tradiciones de más de 30 años, algunas otras del mismo tiempo, aunque con períodos vacacionales, y otros detalles de menos valor como unos bloqueos en mis redes sociales que, aunque los incluya aquí, realmente tienen poco peso específico.
Han sido días que, como todos los años, llegan con un gran preámbulo como es el cumple guerrero, y que han servido para hacer felices a los más peques. Este año, la partida ha sido doble, incluso triple. Empezamos dando vida a un Belén muy viviente, con personajes que a duras penas llegan al metro de altura y que vio a un enano, muy de esta tribu, traer la paz al mundo…
El día 4 y como antesala de la noche más mágica del año, se me otorgó el gran encargo de ayudar a Baltasar a repartir un poco de alegría entre lo más necesitados. Todo precioso salvo por un detalle que quizás os comente en otro post.
Todo empieza y todo acaba y todo deja consecuencias…
El corolario de estas navidades se puede resumir en días extraños, llenos de compromisos, regalitos chulos que vestirán al guerrero como dios manda, manteniendo su cuello en perfecto estado físico, ilusiones repartidas y unos cuantos kilitos de más que como buen español, me sirve de excusa para empezar con buenas intenciones el 2013.
Sean felices, saquen sus propios corolarios de estas fiestas y si lo tienen a bien, compartanlos en forma de comentario.
Mi corolario navideño, ha sido si cabe el mas extraño de mis 37 años de vida, regalos inesperados como necesitados, reuniones de mantel inesperadaras como agradecidas tanto como fructifras, navidades tristes por un atraco con violencia en las primeras horas de la nochebuena, como alegres por la rotura de la mala racha de la tradicion no escrita de que alguien querido se va a dormir entre los luceros siempre en tan entrañables fechas,
pese a todo me mantengo en lo dicho siempre y que defiendo como seña de identidad de mi ser y de esta sociedad, lo paradojico de estas fechas en que todo se olvida, todos nos queremos, y compartimos mesa y alegrias, en una funcion en la que no cabe la revancha, la competicion y la tristeza, has ta en momento en que cuando llegado el ultimo minuto de la epifania, todos esos sentimientos retornan y todo lo escenificado queda en la escena porque el telon ha caido un año mas
En conclusion, estas fechas siempres son buenas, porque te abren un nuevo año, un nuevo ciclo y aunque pocos son los que lo aprecian la natividad del señor muestra nuestro camino andado año tras año, y son excelentes consejeros para no errar en el nuevo año,
Lo mejor de estas fiestas ha sido poder disfrutar de mi sur, de sus calles y sus gentes. Sentir ese sol de tu/mi/nuestra Andalucía acariciando mi piel, que quiere tornarse color árabe en honor al sentir del Al-Andalus…
Poder volver a Sevilla, visitar Granada, Cádiz… rodeado de amor y sintiendo cada instante… familia, amigos, amor….que más quiero!!
Saludos y feliz 2013!
COROLARIO: Una consecuencia tan evidente que no necesita demostración.
Los atracones navideños y otras circunstancias, mejor siempre en casa de tus progenitores…sin duda…