Somos agua en un porcentaje tan alto que me atrevo a compararnos con un trozo de océano.
Somos agua y agua salada, por lo que las sales es otro de nuestros componentes. Y encima de dos tipos, de las minerales que nos aportan internamente y de las del arte, que nos aportan externamente. Que necesitas estudiar, tómate un reconstituyente lleno de vitaminas y sales; que vas de capa caída por la vida, ponle un poquito de sal y alégrate…
Y como agua marina que somos, tenemos una característica que lo controlan a la perfección esos marineros vetustos del lugar: las mareas.
Estar un período de tiempo en un lugar de playa, te ayuda a entender, o medio entender, como funcionan las olas, porque realmente no llego a comprender el proceso por el cual, ahora estás arriba y ahora abajo; por qué hay fuerte oleaje y cuando el mar está en calma.
Dicen que los vientos son grandes culpables, los vientos; esos que llevan las veletas de oeste a este, de este a oeste e incluso a perder el norte…
Curioso que en los pueblos pesqueros, existan calendarios que determinan sin mirar al horizonte, como viene la mar, si altamar, si bajamar…tú te asomas al calendario establecido y lo tienes todo controlado.
¿Tan complejas somos las personas que no pueden existir esa clase de calendarios pata determinar cuando estamos arriba y cuando abajo? ¿Tantas cosas dejamos al azar que nunca vamos a ser capaces de determinar si vamos a estar en calma o si por contra andamos con el mar revuelto?
Ojalá fuéramos un poco menos «lógicos» que el mar…aunque, ¿realmente somos más lógicos que un trozo de océano?
El Guerrero
Antonio Borrego says
2 octubre, 2013 at 12:45Excelente post… me recuerda una frase de Marilo Lopez Garrido que aprendi hace muchos años, ya casi una decada…
«ERES UNA GOTA DEL MAR Y TU DIMINUTA ESTRUCTURA LO CONVIERTE EN OCEANO»
Saludos!!!