A veces no aparece cuando se le necesita y en otras ocasiones fluye de una manera casi alarmante atándote al lápiz y al papel. A ese mundo paralelo dónde la mente y los sentimientos conviven con un claro vencedor…
Reconozco que soy el responsable, solo yo sé los motivos y nunca te los di, tampoco tú has vuelto para pedírmelos. Pero los dos sabemos que fuiste tú la que desapareciste de mi vida casi por completo y sin avisar, yo todavía no.
Por si te interesa aquí sigo, en mi día a día, en mis cosas, y aunque cierto es que no te he buscado como en otro tiempo, más verdad es que tú no te apareces con la frescura que lo hacías antes.
Sabes que me alegró que por un espacio de tiempo te marcharas, lo necesitaba. Sabes que te conseguí encontrar de nuevo y que juntos pasamos grandes tardes sin sesteo y largas noches de insomnio. Unas regadas con pequeños sorbos calientes, en otras algo más amargos; todas con sonidos del sur en el ambiente.
Ahora no vengo a reclamarte nada, solo que me gustaría volver a verte y sentirte en mí, para así poder, juntos de nuevo, crear sentimientos que aunque siguen vivos en mí, no encuentran la manera de salir en letras, de esas que formaban palabras…
Yo te sigo buscando, ojalá tú me sigas esperando.
ÁS_FdN
cecilia says
27 enero, 2014 at 12:54TodA persona interesante, con un » genio » dentro, tambien tiene sus momentos de querer estar callada, sin pensar mas que en lo del momento, es decir un espacio mas tranquilo y, por eso no se ha ido el » genio» solo se ha dormido un poco, pero la materia sigue dentro y quien tiene buena madera, se hace una buena casa.
Me alegraRia mucho que volvieras a deleitarnos con tus reflexiones tan interesantes y llenas de sensibilidad, por lo que desde aqui, te digo como siempre ANIMO, MIRAR SIEMPRE PARA DELANTE Y, TENER MUCHA CONFIANZA EN LA PRECIOSA VIDA QUE TIENES POR DELANTE, TANTO EN EL VIENTO SUR COMO EN EL NORTE.Un abrazo