Miedoooooooo, uuuuuu….fantasmasaaaaasssssss!!!!
Eso parecen decir muchos al ver a un licenciado en Ciencias Políticas ganador moral de unas elecciones en tan solo cuatro meses.
Curioso que el término al que se ha acudido para atacarle es el de perro flauta, eso sí, con diferentes «apellidos» para que no se demuestre el analfabetismo del emisor.
En este país, el llevar el pelo largo, barbita, y no mostrarse servil al movimiento instaurado, provoca un rechazo digno de otras épocas «muy peores» que por suerte quedaron atrás.
Estos señores, tanto partidarios del PP como del PSOE, y todos acomodados en el Status quo de una política cómoda, donde apoyar al empresario es fácil y luego hablar de ayudas a trabajadores para paliar los daños es algo frecuente, ven en un tío joven, superpreparado, una amenaza para todo lo establecido.
Quizás se han detenido un solo instante a pensar que se les acaba la «mamela» y que ha llegado un revolucionario diciendo lo mismo que dice mi madre pero con la preparación y el atrevimiento de hacerlo en público y cara a cara con los señoritos de las dos «grandes» políticas del país.
Pero aunque hasta aquí sea un post político y casi dedicado en exclusiva al líder de Podemos, este escrito va más allá. el que escribe estas líneas se siente muy identificado con la persona, ojo repito, con la persona que lidera este movimiento, ya que en muchas ocasiones ha sido mirado con mala cara por llevar pelo largo, barba y convivir en sociedades arcaicas donde ese Status quo al que anteriormente me hacía referencia no es positivo y resta más que suma.
Lo triste de la situación es que nadie se detiene a pensar que el personaje en cuestión que bien puede ser él, tú o yo mismo, somos tildados en ciertas sociedades de perro flautas por la extensión de nuestro pelo y por la existencia del mismo en la cara y ninguno se para a pensar, porque no les interesa, en que la formación, los conocimientos y la adaptación a los tiempos que corren es tan superior a ellos que es importante -muy importante- contar con ellos al 200% porque a parte de ser el futuro, son un presente tan brillante y tan arrollador que, lo mejor que pueden hacer, es echarse un ratito a la cuneta y mirar cómo se hacen las cosas bien.
En fin, como vivimos anclados al pasado por el vértigo del desconocimiento, sigamos confiando en que los señores con raya al lado y pelo corto, y perfectamente afeitados, algún día pensarán que hay arquitectos, médicos, abogados, políticos e incluso ingenieros que podemos tener el pelo largo y que ello no es óbice para ser unos «cochanbrosos» y unos ineptos.
La vida…
el filosofo says
2 junio, 2014 at 12:19Mucho miedo…