Esto es Sevilla y aquí hay que mamar

Nadie puede con este equipo en casa, ni los vulgares que vienen de Andalucía creyéndose no sabemos muy bien qué, ni el todopoderoso equipo de Messi, Neymar, Luis Suárez y los SEVILLISTAS Dani Alves e Ivan Rakitic.

Un partido con dos partes, dos períodos y dos equipo sobre el campo; primera parte para un gran Barça de toque y toque mientras el Sevilla lo esperaba rezagado y un poco frío.

El día parecía nevado porque el balón era naranja en toda su superficie…

Busquets, Iniesta y Rakitic se hicieron con el control del partido donde Neymar volvía loco a un inoperante Coke que un día más, demuestra que no tiene nivel para jugar en un equipo que ha hecho una segunda parte digna de equipo campeonísimo.

Sin ver el balón, sin tenerlo no se puede atacar y en esas: gol de Messi y gran falta anotada por Neymar por encima de la barrera, al lado contrario de Sergio Rico que nada pudo hacer en ninguna de las dos jugadas.

Pues…

Despiste, arreón sevillista y…gooooooooooooollll!!!!!! GOLAZOOOOOOOOO de Ever Banega que sigue echándose el peso del equipo a sus pequeñas espaldas.

La Bombonera se cae viendo que la remontada era posible…y….UUUUYYYYYYYYYY

Casi en la siguiente jugada y otra vez con el medio argentino de protagonista, casi, casi, casi llega el segundo. Aún así, La Bombonera sigue en pie.

Se acaba la primera parte y se acabó el asalto que le tocaba al Barça y… al ataque!!!!

Sale un Sevilla comandados por los cojones polacos y un Aleix Vidal al que se le salieron los pulmones dos o tres veces en estos segundos cuarenta y cinco minutos.

Despliegue físico y fútbol, mucho fútbol…

El equipo funciona, corre, lucha, no pierde la posición; un equipo serio, muy serio que demuestra que en Sevilla ganar es complicado, muy complicado.

El machaque era constante, había doce jugadores naranjas en el campo (el arbitraje es digno de palabritas de Amadeo Salvo) y más de 20 blancos. Era imposible que no pasara lo que al fin pasó. Y para ello, Unai sacó al campo al bueno de M’Bia que aportó frescura y dinamismo al centro del campo y al, oooooootra vez genial, José Antonio Reyes que tras nueva genialidad sacada de la chistera utrerana le da un balón a Kevin Gameiro que, sustituyó a Carlos Bacca, y la metió sin que nada pudiera hacer el portero chileno del Barcelona.

Faltaban 5 minutos y unos pedían el final del partido y otros que fuéramos a por ellos.

A por ellos!!!!!

Acaba el partido con la grada muy arriba y aún así, todos homenajeamos al ex capitán del Sevilla, Iván Rakitic que se quedó solo en el terreno de juego y recibió la ovación de una grada entregada a un crack que lo dio todo por SU EQUIPO, pero que emigró en busca de euros y más títulos.

Increíble pero cierto; este equipo transmite, llega, lucha, pelea y lo da todo; y así, así en Sevilla habrá que seguir mamando…