Sin plasmar en un papel esta crónica, la he escrito varias veces…
No estaba escrita y fue borrada, la volví a escribir y otorga vez la borré y dije: “qué coño!!”
A pesar del trato arbitral, a pesar de la imagen de equipo pequeño del supuesto mejor equipo de la historia, a pesar de Unai Emery y sus diez minutos (y dos goles) de regalo al contrario, a pesar de que Sergio Rico no coge una pelota y a pesar de que hemos fallado más que una escopetilla de feria, y tras enfriar mi escritura, me siento orgulloso de mi equipo, de sus cojones, de su lucha incansable con sus aciertos y sus fallos, con sus lagunas en el juego, con sus ausencias, con su juventud y su madurez, con todo: hacéis que nos sintamos orgullosos de ustedes y eso se demuestra con la despedida que la grada le ha brindado a un equipo extasiado por el esfuerzo realizado.
Y enfrente, un todopoderoso, millones y millones y millones en figuritas y grandes futbolistas que hoy se han visto sobrepasados por una fuerza incontestable, a pesar de llevarse el partido gracias a que CR7 mete 3 veces la pelota en la portería…
Me niego a comentar lo malo, me niego; hoy hemos visto a un equipo grande, muy grande y vestía de blanco ¿curioso?
Atrás quedó el récord de imbatibilidad ¿y qué? El equipo sale cansado pero muy reforzado futbolísticamente de cara al choque europeo del jueves frente a la Fiorentina.
¡¡¡Gracias Sevilla por hacernos tan felices!!!
el filosofo says
3 mayo, 2015 at 09:48Rico salva dos goles cantados con dos manos a Tristiano, en los goles poco puede hacer.
Lo de Unay y jugar 10 minutos con uno menos fue duro, pero quién quita al polaco en su sano juicio? Cosas.
Una pena que no llegara el empate… ahora a pensar en la Fiorentina!