La justicia es una virtud moral de la persona. En ella recae el delicado reparto de lo que le corresponde a cada cual. De lo que uno se merece de manera justa.
Nadie vive una vida llena de justicia completa. Vivimos momentos llenos de injusticias, momentos en los que sentimos que hemos salido perdiendo en el reparto, y que no nos corresponde lo que nos ha tocado.
El justiciero no aplica la justicia y deja de ser virtuoso de la moral. No es justo el que solo conoce la justicia, si no llega a cumplirla.
Solo los justos aplican la justicia, compensando de alguna manera, más o menos justa, el desequilibrio generado.
Mi justicia puede ser tu injusticia, pero solo desde nuestros propios puntos de vista. Hay una justicia real de la que no podemos escapar y es esa la que debería prevalecer.
Pero de esa andamos algo justos.
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