¿Os habéis parado a pensar alguna vez por qué percibimos cosas diferentes cuando vemos lo mismo? ¿Y si vemos lo que vemos porque nos han dicho siempre lo que tenemos que ver?
La manera en la que reaccionamos ante una situación depende de la percepción que nos genera. Ante una misma realidad o pensamiento, podemos actuar de diversas maneras, todo depende de cómo nuestro cerebro interprete los estímulos recibidos.
Dicha percepción vendrá desarrollada por los diferentes conocimientos adquiridos previos a la realidad presente o bien generada de manera innata por las personas.
¿Por qué, a veces, vemos colores diferentes siendo el mismo? Quizás mi palabra “azul” vaya ligada a tu color “rojo”, pero yo lo veo “azul”. Mientras que mi “verde” es tu “violeta”…
O si por el contrario los colores no son iguales para todos, es decir, el color en sí, no la palabra que asociamos a ellos. Esto nos haría entender esos debates eternos sobre si este vestido es azul o verde, por qué mi camisa amarilla es marrón o dorada para ti o el color de mis botines varía del rosa al gris.
Al fin y al cabo son percepciones, que de una u otra manera nos hacen ver de diferente manera una misma realidad. Aunque muchas veces no lleguemos a ver la realidad presente y actuemos de manera innata y sin conocimientos previos.

Deja una respuesta