Críticas y víctimas, recortes de fotos, gritos virtuales, malas palabras en redes sociales, seguimientos absurdos, ojos que miran a escondidas y vueltas a las críticas.
Insulto insulso sin indulto que llega a la erosión completa del día a día. Abrumado ante tal aluvión de amenazas anónimas, sin cara, sin foto de perfil.
Palabrería vacía, acoso psicológico, acoso cuasi físico, acoso a fin de cuentas por banalidades triviales.
Exhausto, rozando el límite, batería de vitalidad con la rayita roja y un mensaje que te avisa de ese 5% ínfimo.
Quejas sin consecuencias, rencillas viejas; obsesiones mediocres, mural de lamentos sin reflexiones.
Amigos desconocidos, borregos sin lana, chusma no selecta, selección antinatura, traumas al aire, jajajaja tan falsos como tú, como yo, como nuestro mutual.
Trabajo a destajo, imaginación sin valor, postureo barato, bots sin sentimientos, enfrentamientos y batallas, campos sin batalla, batalla sin campos, todo eso era campo…
Risas verdaderas, aplicación directa constante de aquello de la acción-reacción y más reacción sin reactor. Imaginación.
¿Me gusta? ¿Me das like? ¡Sígueme y te hago follow! ¿Follow? Follow me!
“Tuiteo, luego existo…” tuitea, tuitea…
Deja una respuesta