La belleza es la purgación de lo superfluo.
Miguel Ángel
Roma, 1564, fallece el inigualable Michelangelo Buonarroti.
Pocas palabras bastan para explicar quién fue este genial artista renacentista que dejó para la historia su pintura, su escultura bajo el mecenazgo de la familia Medici.
Los frescos de la Capilla Sixtina, La Piedad o su David, canon de belleza en el siglo XVI son claros ejemplos de que hablamos de uno de los personajes más ilustres de la historia de la humanidad.
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