Una isla infinita, colorido inconfundible, aguas cristalinas y la mar en calma.
Una playa cálida y serena, palmeras que le otorgan un aspecto aún más exótico.
El clima perfecto, sin picos de temperatura durante el día, sin bajadas significativas por la noche. Todo idílico.
Una mansión enorme, lujosa con varias piscinas climatizadas, gimnasio, jacuzzi, tumbonas orientadas para ver la majestuosa puesta de Sol.
Compañía seleccionada en los mejores castings. Chicas físicamente perfectas con la ropa justa para no parecer el Edén a cualquier hora del día que te invitan a que se la quites si es menester…
Eran altas horas de la madrugada cuando el náufrago despertó de su sueño con el estómago vacío y hastiado de coco, con barba de varios meses y hablándole a un balón, tan superviviente como él.
Cuánto difiere la vida del autónomo de la ficción televisiva…
Deja una respuesta