Velar tu sueño es el mejor de mis regalos. Creo que la vida me dio la oportunidad de saber apreciarlo para valorar mi existencia a través de ti.
Cuando las luces se apagan y ya todo queda en una mansa calma, me asomo por ese hueco de la puerta de tu habitación, y te veo tan relajado, tan profundamente abrazado a Morfeo, que mis miedos desaparecen por un momento porque pienso que jamás podría pasarte nada malo en ese aura que destila amor.
Tu cuerpo relajado y la habitación oscura, te veo abrazándote a ti mismo en la misma postura en la que antes te abrazabas a mi, y quiero, necesito el contacto con tu piel. Necesito olerte y tocarte y respirar acompansándome a tu respiración para hacer de ella una sola. Entro y te observo, sin hacer ruido, para que ni el aire pueda rozarte, para que no te desvelen mis suspiros contenidos, mezcla de amor y enganche. Un enganche que surgió cuando te vi por primera vez y a día de hoy sigue intensificándose por días, por horas, por cada segundo que estamos juntos.
Me agacho hasta tu altura, donde yaces dormido profundamente y me hago hueco a tu lado sin que ni siquiera te des cuenta, con mi mano acaricio tu mejilla, tersa y suave y me acerco aún más para impregnarme de tu olor, el de siempre. El que trae a mi memoria sin que nadie lo sepa cuando nos miramos por primera vez, cuando te dije «hola» aunque no me contestaras con palabras, cuando mi pecho fue tu pecho y mi barriga tu cuna.
Es entonces cuando me siento vacía, por eso me aferro con desesperación a tu pequeño cuerpo y me dejo llevar por mis emociones, las que tanto escondo para que tú no las veas, para que nadie las sienta. Y pienso en lo feliz que me haces, en el amor que nos profesamos, en el vínculo que nos une, en la complicidad que nos envuelve.
Te acaricio el pelo, te doy un beso de buenas noches sin que notes que mis ojos lloran como siempre que te miro tan de cerca. Me despido hasta el día siguiente, o hasta la siguiente hora, quién sabe, pero rebosante de amor y ternura.Mi niño se hace mayor y mis sentimientos crecen al tiempo sin quedarse atrás.
Mi niño y su dulzura, mi niño y su inocencia, mi niño y su felicidad, mi niño y su mamá.Siempre tuya, siempre mio, siempre nuestros….
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