El tan esperado momento de cada verano llegó con unas fechas de retraso y un par de cambios en calendario debido al COVID-19.
Descontento generalizado en las redes donde grupos y socios critican la subida de los precios ante la incertidumbre de acceso a nuestra Ramón Sánchez Pizjuán.
Cinco mil, diez mil,… 25%, 50%, 75%,… todo está en el aire menos los billetes que van a recoger los arcas del club porque la fidelidad, inconsciente en muchos casos, no entiende de barcos ni peces de colores.
Hemos leído que algunos echaban en falta otras fórmulas de pago, para mantener el número de antigüedad, tu asiento,… pero claro, cualquier fórmula va inversamente proporcional a la necesidad recaudatoria obvia que se expone ante los precios presentados, previamente filtrados, para evitar el chaparrón en los canales oficiales.
Poca sensibilidad, o ninguna, para el fiel pagador. Nada nuevo en este mundo de los negocios llamado fútbol. Lástima que nos apasione de esta manera…
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