Sevilla FC 1 – 1 Red Bull Salzburg
Regresaba la Champions al Ramón Sánchez Pizjuán entre medidas de seguridad, mascarillas y una media entrada.
Regresaba la Champions y con ella, la imagen de aquel Sevilla de Lopetegui de antes de la pandemia: juego mediocre, falta de inquietud y la sensación de que el punto era bueno.

Arranca el equipo con un once titular casi esperado, sin grandes novedades, con Rakitic y Jordan rodeando a Fernando, Papu tirado nuevamente a la izquierda, Suso y En Nesiry en derecha y en punta. Atrás lo de siempre: Navas, Kounde, Diego Carlos y Acuña.
Arranca y lo hace con unos primeros minutos iniciales de control sevillista, sin generar oportunidades pero sin permitir que el Red Bull la tuviera. Un oasis en medio del desierto que fue el resto del partido.
El Red Bull Salzburg, posiblemente el equipo menos bueno del grupo se fue creciendo y a las primeras de cambio, penalti. Pena máxima que inicialmente fue pitada fuera y el VAR decide que Diego Carlos hace falta dentro del área. Lanza la joven estrella de los austriacos y la ajusta tanto al palo izquierdo de Bono que sale fuera.
Poco más pasó hasta que un nuevo penalti fue pitado en nuestra contra y en esta ocasión Susic anota el 0-1. Un mal Sevilla se veía en la obligación de atacar con crecer en juego, cosa que hasta la fecha no se había visto.
Destacar la gran primera parte de Acuña, dos, tres regates de Suso y Fernando saliendo a todas evitando a Rakitic y Jordan que estorbaban más que ayudaban.
Minutos después, penalti a favor del Sevilla y gol del croata Rakitic que le quita la pelota de las manos a En Nesiry que cogió el balón para lanzarlo mientras el árbitro negociaba con la sala VOR si era o no penalti la jugada del central austriaco sobre el propio En Nesiry, con el consecuente enfado del delantero. Gol y empate a 1 cuando minutos después, un nuevo penalti, esta vez detenido por Bono, le pitaban a los austriacos.
Llega el descanso, entre el sopor de la grada, solo animada por el chaparrón increíble que caía desde el minuto 41 de la primera parte.
Cambios: entran Ocampos y Delaney y se quedan en vestuario Jordan y Suso y aquí el primer ataque de entrenador de Julen Lopetegui. Viendo que Navas no estaba, en vez de sustituirlo y darle minutos a Montiel, coloca una defensa de 5 con Acuña de central zurdo y Navas y Ocampos de carrileros. Este invento le duró prácticamente nada porque En Nesiry, en una nueva actuación infantil se deja caer en el área del RB Salzburg y ve la segunda cartulina amarilla, iniciando así el carrusel de tarjetas y decisiones de un árbitro, cuanto menos curioso.
Estamos con 10 y el cambio de Lopetegui es sacar a Lamela por Papu, volviendo a la defensa de 4, jugando sin delanteros unos minutos, tirando a Rakitic a banda izquierda, hasta que posteriormente, sacó a Rafa Mir al campo.
Poco aportaron los cambios salvo 2-3 jugada buenas de Lamela que no llegaron a nada, el ímpetu arriba de Rafa Mir que poco más pudo hacer solo y el criterio en los pies que aporta Delaney siempre que está en el césped.
La segunda parte, minutos para el olvido a pesar de la rueda de prensa del mister donde dice que debimos ganar porque fuimos mejores, salvo las dos intervenciones salvadoras de Bono, la ligera mejoría atrás de Diego Carlos, tapando su lado y el de un vulgar Kounde y el debut de Montiel que debe tener su oportunidad en el once sustituyendo a un inoperante Navas que aún no se encuentra en la mejor forma.

Empate, muy mala imagen y gracias ante posiblemente el equipo más light de esta fase de grupos y me surgen algunas preguntas: ¿de les queda grande la Champions a este grupo de jugadores? ¿La grada minimiza las cualidades de los jugadores porque se acobardan? ¿Saldremos algún día a dominar los partidos con los jugadores puestos en su sitio?
Las respuestas las veremos resueltas conforme avance la temporada.