Se abre el telón y aparece un barbudo pirata y una pequeña piratilla ataviada con parche y pantalón bombacho de ositos sentados en unos barriles en la bodega de un viejo buque.
⁃ Papaaaaa, quiero ser capitán pirata como tú ¿Me dejarás manejar el timón?
⁃ Mi princesa… aún eres pequeña; debes crecer, estudiar y luego ya veremos…
⁃ Pero papá, yo quiero conquistar y gritar “Al abordaje” como túúú.
⁃ Tranquila pequeña, tú debes jugar con tus amigos, ayudar a mamá y cuidar de nuestro perro. Toma, coge el barco de los Playmobil y ponlo en su sitio.
⁃ Nooooo!, gritó la inconsolable pequeñaja. Yo quiero ser como tú.
⁃ Vale, tendrás que pasar la prueba pirata y si lo consigues, tendrás un hueco en la tripulación.
⁃ ¡Bieeeeeeen!, exclamó el pequeño torbellino de sonrisa infinita y kiriki en la cabeza.
⁃ ¿En qué consiste esa prueba, papi?
⁃ La prueba consiste en lo siguiente, tienes que coger esos dos barriles, llenarlos de ron, montarlos en la pinaza, dejarlos en aquella isla donde están los filibusteros más fieros y volver antes de que caiga la tarde.
⁃ Pero, ¿yo sola? ¿Vendrás conmigo, verdad papi? Me dan miedo…
⁃ Yo esperaré en casa preparando la cena para cuando regreses, dijo seguro el Capitán.
⁃ Uyy papi, creo que tienes razón. Mejor me voy con mami pero cuando crezca quiero ser la Capitana.
⁃ Vale pequeña, a jugar con el peluche, sentenció el barbudo pirata mientras su hija se alejaba arrastrando su Vicky el Vikingo…
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