¿Lo huelen?
Ya están tó los avíos en la olla, sus pedazos de huesos, su buen trozo de carne siempre de ternera, su contramuslo y muslo de pavo si fuera necesario, su tocino añejo con su veta, si tocino para hacer pipirigaña después con un buen bollo… y de agua hasta arriba que hoy comemos todos.
Eso es un domingo es una familia de bien, de las de aferrarse a la tradición no escrita. Pero los domingos, puchero.
Ese puñao de garbanzos en su justo momento y… empieza el agua a hervir, y empieza a inundarse la casa de un aroma único, indiscutible. Huele a abuelos alrededor de la mesa camilla con sus batas de boatiné bien apretás, a babucha de paño, y a calentitos por la mañana. Si asomas la chorla por la cocina verás el papelón lleno de aceite en la bolsa de basura de encima de la lavadora para bajarla.
Hoy es domingo y el puchero está puesto. Pronto el ambientador estará celoso y se oteará a lo lejos una siesta de esas de categoría premium. Sin Tour de Francia ni documentales, no hace falta…
Ahora viene la pregunta clave del domingo: “niño, al puchero, ¿arroz, fideos de los gordos o pan?” Difícil decisión… La suerte, aciertas seguro!!
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