Fracaso y del gordo. Pero no por el partido de ayer, no por la ocasión que tiene Munir, por la pérdida en la salida en la jugada del gol del Salzburgo ni por la expulsión de Jordán.
Fracaso por la lamentable fase de grupos que ha hecho tu/mi/nuestro Sevilla. Una sola victoria de seis partidos, una sola.Fracaso por los penaltis absurdos, las expulsiones de principiantes y la nula reacción frente a resultados adversos.
Fracaso porque el presupuesto del año se ve dañado, porque probablemente no haya refuerzos y, ¡ojo!, con que haya alguna salida importante.
Fracaso porque si los revulsivos de un equipo Champions son Reikic, Óscar y Óliver mal vamos.Fracaso porque si la primera línea está lesionada ( los Navas, Suso, EnNesyri, Lamela y Acuña) y la segunda (los Papu, Munir, Rafa Mir…) no rinden al nivel que se espera, llegando a la apatía, que vamos a esperar.
Fracaso, porque ahora volvemos a la Europa League, con una presión innecesaria, pero real, de volver a hacer algo importante. No solo porque la final se juegue en Nervión, que esa es otra, sino por todo lo que conlleva para el sevillismo esta competición.
Fracaso, porque con esta plantilla se esperaba mucho más.
Que sí, que ahora toca relamerse y tirar palante. En eso somos expertos, pero no deja de ser un fracaso y de los gordos.
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