En la eterna espera de tenerte
vacío se halla mi ser,
cómo añoro tus entrañas
y el cálido carmín que me des.
Nunca será suficiente
mientras el aguijón se clave en ti,
estoy sediento de tu plasma
mientras absorbo lo poco que me bebì
Mayte Valverde
——
Lugar de miedos y sustos,
se entra con más que se sale,
deseando que no haya disgustos.
De espera con males ajenos,
con agujas, tiritas y botes vacíos,
que de sangre acabarán llenos.
Relájese, está en buenas manos,
de su salud nos ocupamos.
Ángel Salgado
——
Hasta la última gota de sangre, seguro que derramaba… ¡por mi morada bandera!
Así escribías, así,… con sangre, directo y con tus valores por moradas banderas.
Y hoy, volvemos a acordarnos de ti, Capitán!!
Capitaneados
——
Sangre tintada de tonalidades azules, sangre derramada, esparcida por tus calles. Toma una muestra, analízala y verás que todo lo que promulgo es solo la mera realidad.
Honor a los caídos en ambos bandos durante la Reconquista.
Rey San Fernando
———
Navegante sí, pirata también aunque con una elegancia inusitada. Mares, de aguas bravas, oleajes imposibles y enemigos temibles han sido derrotados en buena lid. Pero es ver sangre y me caigo redondo al suelo.
El Navegante
——-
Olvídese de mi analítica, señorita. Sé que es su trabajo, lo sé. En mí, solo hallará litros de vino ¡de cartón!. No espere colesterol, ni triglicéridos; solo alcohol.
Mendigo soñador, feliz entre sus cartones, me sobra todo lo que tengo salvo mi razón.
El Mendigo
——
Las casualidades no existen, cada segundo de mi vida me hace sentir esta máxima de manera más rotunda.
Hace unos días os tuve en mis manos, creo que la primera en casi cuarenta y dos años y pocas fechas después aquí estoy escribiéndoos. Ojalá escribir la semana que viene sobre un gran fajo de billetes (no falsos).
Juanma García
Deja una respuesta