Carlos Amigo Vallejo, eterno arzobispo de Sevilla, muere a los 87 años.
Se ha marchado casi sin hacer ruido, como no lo hacia en su vida cuando estuvo como arzobispo de la ciudad hispalense.
El cardenal, amigo de las cofradías, ha fallecido al no superar una segunda intervención este pasado 25 de abril en la que se le extrajo liquido del pulmón izquierdo. Ha ido empeorando con las horas hasta fallecer.
Don Carlos Amigo nos deja un legado imborrable e incalculable en su labor realizada en Sevilla (19882 – 2009).
El Cardenal destacó por su gran talante y su acercamiento no solo a las cofradías sino además por no desistir en la inclusión de los barrios más desfavorecidos.
Le tocó bailar con algunas nada fáciles como traer al Papa a Sevilla en cuánto fue nombrado cardenal para beatificar a Sor Ángela de la Cruz y otra en el 93, modernizar la Archidiócesis de Sevilla que coincidió en tiempo con la remodelación de la ciudad impulsada por la EXPO del 92. Además, ofició la boda de la Infanta Elena en el año 1995. También lidió con el terrorismo en Sevilla.
El arzobispo consiguió la venta del Palacio de San Telmo a la Junta de Andalucía.
Fue nombrado hermano de honor de la Matriz del Almonte.
Sevilla, que ya tiene una calle desde hace algunos años en su nombre, jamás olvidará lo que este gran siervo de Dios y de la gente hizo por esta ciudad.
Descanse en Paz.
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