Se presentaba tu/mi/nuestro Sevilla en el estadio José Alvalade con un once básico, dado la ausencia de fichajes y de dos de los centrales sevillistas. Marcao por lesión (¿?) y Koundé por su inminente salida del club.
Con un equipo bien plantado y presionando arriba comenzaba el partido. Navas entrando por banda derecha sin que llegara Rafa Mir al remate.
Una nueva presión adelantada, propiciaba una pérdida rival y el primer gol sevillista. Balón recuperado en campo contrario y jugado directamente con Tecatito, que tras control dentro del área, cruzaba la pelota imposible para Adán.
Rekik y Carmona controlaban las incursiones del Sporting, mientras Fernando, Rakitic y Oliver se hacían dueños del centro del campo.
Lamela y Tecatito iban generando peligro a banda cambiada, sobre todo el mexicano que asistía a Rafa Mir que remataba flojo. Posteriormente, tras jugada del argentino, volvía a rematar desviado el 12 sevillista.
Se fue estirando un poco el Sporting al final de la primera mitad, pero sin crear peligro en la portería de Bono. Salvo una volea despejada por el marroquí en el último minuto.
Tras el descanso, llegaron los cambios, siete de inicio. En la primera jugada pudo ampliar el marcador el Sevilla. Conexión marroquí entre Munir y Ennesiry que llegó forzado al remate ante la salida del portero rival.
Jordán y Delaney se veían sobrepasados y el Sporting dispuso de dos ocasiones claras frente a la portería defendida por Dimitrovic.
Acuña calentaba algo el partido con una acción «canchera» y pocos minutos después era sustituido por Pablo Pérez.
Con los cambios el partido se fue diluyendo hasta llegar el merecido empate del Sporting, que fue mejor en la segunda mitad. Y hasta casi le regalan un penalti, menos mal que había VAR.
Por parte sevillista, destacamos la vuelta de Suso tras su lesión.
En la tanda de penaltis, con goles de Gudelj, Ocampos, Papu, Jordán, Suso y Montiel, y el fallo en la muerte súbita del Sporting, nos llevamos el trofeo de Los Cinco Violines por 6-5.
Segundo empate de la pretemporada y buena imagen del equipo en la primera mitad, con su sello de presión alta y mucho más vertical que el año pasado.
Esperemos que vayan llegando las nuevas incorporaciones y que se acabe ya el culebrón de Koundé.
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