Se consumó el rumor. Todo el mundo lo esperaba y llegó justo al día siguiente de los pitos al Presidente tras un verano convulso, y tras una mala imagen en el Trofeo Antonio Puerta.
De treinta años, el 38 veces internacional con la camiseta de la Selección nacional y tras abandonar la disciplina del Real Madrid tras cumplir su contrato, recala en nuestro Sevilla FC.
El malagueño firma por dos temporadas saciando así las ganas de Julen Lopetegui y una de las necesidades del equipo en la creación de fútbol.
Tras un par de años sin tener mucho protagonismo en el equipo capitalino de Florentino, llega el momento de que demuestre si quiere volver a ser futbolista de élite o no.
Apuesta arriesgada para algunos, si se adapta y quiere, puede volver a ser el mejor centrocampista español y uno de los mejores de Europa, a tres meses de la convocatoria para el Mundial.
Golden Boy en 2012, ha triunfado en todos los equipos donde ha jugado incluido el Madrid de Zidane, donde fue pieza clave en la consecución de dos Champions League.
Sin duda, una oportunidad de mercado y, si se dan todos los condicionantes, un fichaje de calidad para nuestro Sevilla.
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