Cuantía escasa tal vez o tal vez hipérbole de sentimientos y sensaciones que obnubilan mi pensar.
Sevilla la de los mil matices,
Sevilla la de los mil colores
Sevilla la de nuestras raíces
Sevilla la de Delibes.
Sevilla, qué puedo decirles
la que nos hace felices,
Allí donde habitan nuestros amores.
Sevilla la del frescor temprano,
la de la luz despierta,
la chiquilla que juega,
la del abuelo que contempla.
Sevilla la de las cornetas y tambores
La de las dos orillas,
una tiene rima con esta fresca mañana
La otra, rima consonante con la propia Sevilla.
Mediodías de calor,
de camisa remangá,
de niños que corretean
sin parar,
de tapeo en El Arenal.
Tardes de paseo,
río de mis desvelos,
vientos que apuntan
hacia dentro,
Giraldillo de altos vuelos.
Gitana que sonríe y se marcan sus oyuelos
Sevilla de costumbres
Sevilla que debe mirar a lo moderno.
Torre Sevilla, Torre erguida, Torre de la discordia, Torre de nuestro día a día.
Dicen que Sevilla para nacer, sin haber nacido, para vivir lo vivido y morir muriendo mientras Sevilla se expresa ante tus cinco sentidos.
Sevilla la del azahar en flor, la de las olas de calor. Sevilla la del turismo que busca darle a sus ojos ese mismo cariño que nosotros gozamos desde que éramos niños.
Sevilla de dos colores, dos sentimientos y un solo camino, dos bandos bien divididos, enfrentados y queridos; tertulias de café cortao, de copa de anís, de tostá con su buen enfoscao.
Sevilla de raíces largas,
Sevilla de Feria y Semana Santa
Sevilla la de la mantilla,
Sevilla la que te aguarda
Sevilla la Del Real
La de las dos Esperanzas.
Sevilla de mil colores, la de los mil matices que te desespera… y tanto amas.
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