Corriendo más lento que nadie,
tratando de llegar antes que el primero.
Sin hacer trampas, eso no quiero,
buscando un sol que mi sombra irradie.
Un bastón en cada mano, de adorno,
con la etiqueta puesta, por si los devuelvo.
Estirando el final del mes de mi sueldo,
atento, aliento, al punto de no retorno.
Convencido de nada por todos,
de rumores la mochila llena,
no oigo que la mente envenena,
mejor respiro y cierro los ojos.
Con prisas en tu carrera de obstáculos,
tropiezo, desciendo y al final caigo.
Desespero, abrazo y adiós al arraigo
en un mundo de falsos espectáculos.
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