Un joven autor andaluz en ciernes que ya lleva consigo éxitos literarios como Las 88 páginas de mi libreta (2019), Érase una vez poesía (2020), Del mito al Eros (2022), y está próximo a publicar La piedad del leviatán (2023), del que esta revista ha sido testigo privilegiado.
Hoy, en nuestra revista La Morada, entrevistamos a Ismael López, graduado en Filología Hispánica por la Universidad de Córdoba, poeta, asesor lingüístico, corrector profesional acreditado por Cálamo & Cran y la Universidad Europea, investigador literario incansable e ilustrador a ratos.
¡Hola, Ismael! Un placer poder hablar con un literato consagrado al ámbito poético en estos tiempos tan sumamente prosaicos. Comencemos por la primera, y puede que la más difícil pregunta, para que nuestros lectores te conozcan: ¿Quién es Ismael López?
Antes de responder a esa difícil pregunta, déjame daros las gracias por vuestra inestimable labor y por el interés mostrado en mi vida y obra. El placer es mío. No hay duda.
¿Quién es Ismael López? Bueno, esta es una cuestión que intentamos resolver a lo largo de toda una vida, siempre nos hallamos buscando esa respuesta esquiva y que ha preocupado al ser humano desde el principio de los tiempos. Se cuenta que, cuando Quilón (uno de los Siete Sabios) preguntó al oráculo de Delfos sobre qué era lo mejor que podían aprender los hombres, este le contestó que saber quiénes eran, conocerse a sí mismos. El problema es que cuando uno cree saber quién es cambia, se contradice, es otro. Por ejemplo, Sánchez Dragó, en una conferencia titulada «Ser o no ser: he ahí el problema», expuesta en el XXXV Encuentro Eleusino en Ávila (2022), nos dice que uno solo puede descubrir quién es —al menos en lo esencial— mediante epifanías. Por tanto, como aún no he tenido la suerte de tener esas revelaciones, puedo responder no con lo que soy, sino únicamente con lo que hago: amar, leer y escribir. En ese orden.
Como hemos anticipado, dedicado al mundo de la poesía, ¿cómo ves el panorama de este género en la actualidad? ¿Crees que se tiene tan en cuenta la poesía como otros géneros a la hora de publicar?
Citando a Bertolt Brecht, creo que son «malos tiempos para la lírica», es más, me atrevería a añadir que «hoy y siempre». Por norma, el ser humano no quiere buscarse más problemas de los que ya tiene en su vida cotidiana, y la poesía lírica es un género tremendamente conflictivo, al menos en el sentido de que exige un lector activo, que, además, debe soportar la carga que suponen las grandes inquietudes del pensamiento y del yo. Si a esto le sumas que vivimos en un mundo cada vez más rápido, que aborrece la pausa y la reflexión en pos de un entretenimiento fugaz y banal, nos damos cuenta de que se está generando un caldo de cultivo perfecto para aborrecer la poesía lírica, lo cual es un auténtico error. Luis Alberto de Cuenca dijo —y yo suscribo cada una de sus palabras— que la poesía es la Literatura. Y tiene razón: la novela solo es la heredera la poesía épica, de la epopeya en verso. De hecho, no se puede entender la novela, que tan buena salud tiene en la actualidad a nivel editorial, sin los poemas homéricos o sin la Epopeya de Gilgamesh, entre otros, por ejemplo.
En consecuencia, creo, y quizá esté equivocado, que la enfermedad de la poesía radica en que el lector masa no quiere salir de su zona de confort y en que gran parte del tejido editorial apuesta poco por la poesía o, si lo hace, pone su atención en algo que parece poesía, pero que, en la mayoría de las ocasiones, dista de serlo.
Tus obras Del Mito al Eros y La piedad del leviatán, que saldrá en breve al mundo, tienen una gran carga de índole humanística clásica. De humanista a filólogo, debo preguntarte: ¿Qué autores clásicos son los que más te han inspirado? ¿Cuáles son los personajes literarios que más te han llamado la atención?
Esta es una de esas preguntas cuya respuesta posiblemente difiera de ayer a hoy y de hoy a mañana. La única certeza está en que me resulta imposible concebir mi proceso creativo sin mirar atrás, sin atender a un legado clásico que, por si fuera poco, sigo descubriendo y redescubriendo cada día. Si tengo que mencionar a algunos autores, Homero, Hesíodo u Ovidio son ineludibles por proporcionarnos una materia mítica inagotable; Virgilio, por ejemplo, por ser un alarde de técnica y estética, de saber contar. De hecho, solo hace falta ir al Libro II de su Eneida para toparnos con un adelantado, con un genio, cuyas propuestas han influido e influyen hoy por hoy incluso en el cine. La tríada de los trágicos, Sófocles, Esquilo y Eurípides, son vitales para enfrentarnos al conflicto, para reflexionar sobre posturas irreconciliables. Si pienso en la expresión lírica, no puedo dejar de mencionar a Safo, Arquíloco, Propercio, Catulo, Horacio… La verdad es que es imposible listar a los autores que median en mi obra; sin embargo, lo importante es trasmitir el mensaje de que los clásicos están ahí para nosotros, con ávida necesidad de enseñarnos. Es nuestra la decisión de escucharlos o no.
En cuanto a los personajes literarios que más me han marcado, diré dos: don Quijote y Sócrates. El primero lucha por una idea en la que solo él cree y acepta cualquier consecuencia que ello pueda tener por muy negativa que sea. Es un personaje que no encaja en la racionalidad de los cuerdos por su locura ni en la locura de los irracionales por su racionalidad. Quizá un poco como el poeta. El segundo, en cambio, no hay que entenderlo como el Sócrates histórico, del cual poco se sabe, sino como el personaje literario que diseñó Platón: ansioso de conocimiento, férreo defensor de la dialéctica, adogmático, virtuoso y valiente.
También dices ser más de poemas que de poetas. ¿Serías capaz de decirnos tu top 3 en cuanto a poemas?
Efectivamente, soy más de poemas que de poetas, aun así, es complicadísimo quedarme solo con tres. Si os parece, voy a citar los tres primeros que me vengan a la memoria: «Soneto V» de Garcilaso de la Vega, «¡Oh, mi yo! ¡Oh, vida!» de Whitman y aquel fragmento de Safo que dice: «Lo más bello es aquello que uno ama».
Llega la hora de mojarse… Si tuvieras que quedarte con la poesía de una época determinada, ¿cuál sería?
Bueno, a estas alturas ya habréis comprobado que me cuesta mucho decantarme entre diferentes opciones que me apasionan. Creo que cada corriente, cada poeta, cada poema, cada estrofa y cada verso tienen su instante. Al final, la recepción del poema depende del ser y estar en el mundo del lector, el cual ofrece la significación última de la obra. Por tanto, en esta etapa de mi vida, me interesa mucho la poesía que va desde los novísimos hasta la actualidad, en especial los culturalistas o autores que integran la materia clásica u otras literaturas en sus creaciones, a saber: Luis Alberto de Cuenca, Guillermo Carnero, Javier Velaza, Julio Martínez Mesanza, Manuel Ruiz Amezcua o mi admirado Leopoldo María Panero, etc.
Además de tener en cuenta todo el bagaje cultural que te acompaña y sirve a tus obras, en una entrevista para Poesía Viva, te defines como “anárquico a la hora de sentarte a escribir y metódico a la hora de hacerlo”, ¿tienes algo que se te antoje indispensable para llevar la escritura a cabo?
Que os toméis la molestia de investigar sobre los autores para realizarles la entrevista lo más personificada posible habla bastante bien de vuestra profesionalidad y me alegra sobremanera. En cuanto a la pregunta, creo indispensable, por muy obvio que parezca, tener ganas: no soporto obligarme a escribir. También es fundamental tener cerca mi biblioteca, pues nunca sabes cuándo tendrás que consultar a los maestros.
En la poesía, y en tu vida en general, vemos que le das mucha importancia a tener que sentir lo que quieres escribir, pero ¿podrías hacerlo sobre algo que no hayas vivido o sentido o lo ves algo muy complicado?
Pessoa decía que el poeta es un fingidor nato; yo, en cambio, diría que el poeta puede ser un fingidor nato. Lo común es que mis poemas nazcan de mi experiencia, de mi sentir; pero no me resulta ajeno desdoblarme, «fingir» para comunicar lo mejor posible una idea. Por ejemplo, en La piedad del leviatán (Loto azul, 2023) hay varios poemas que son hipótesis sobre la posibilidad de la catástrofe y otros donde la voz poética es la de un personaje de la novela Moby Dick. Por tanto, intento aprovechar todas las herramientas dispuestas para el ejercicio de la literatura, incluida la de la posibilidad de fingir. Lo contrario sería un error.
Danos, por favor, algún avance. ¿Tienes nuevos proyectos en mente? ¿Los podremos ver pronto?
Algunos hay, sí. Ahora mismo estoy escribiendo un poemario relacionado con otra de mis grandes pasiones: el boxeo. En él, la «dulce ciencia», como la llamaría Liebling, me sirve de «excusa» para versar reflexiones acerca de todo lo que atañe al ser humano, evidenciando la acertada consideración de que el boxeo es una metáfora de la vida y viceversa. No obstante, en estos momentos, mi atención está puesta en La piedad del leviatán, en conseguir que los lectores, arpón en mano, se embarquen en busca de los monstruos que nos sobrepasan a diario.
Nuestra entrevista va concluyendo, y para ello debemos hacerte nuestras últimas preguntas, las fetiches de nuestra Morada:
En primer lugar, la tortilla de papas, ¿con o sin cebolla?
Sin cebolla. Aquí no hay titubeos ni medias tintas.
Y, por último, la cerveza, ¿de barril o de botellín?
Ninguna. Espero que me perdone el dios de la cebada; pero no me gusta la cerveza.
¡Muchas gracias por ofrecernos esta entrevista, Ismael, y esperamos seguir tus andaduras poéticas muy pronto!
Muchas gracias a vosotros por el trato exquisito. ¡Nos leemos!
Angel. says
29 mayo, 2023 at 23:36Gran poeta, gran tipo. Gran entrevista.
Isabel says
30 mayo, 2023 at 09:45¡Muy amena e interesante la entrevista! Ismael, leerte es un lujo. Todos tus versos siempre tan cuidados y tan impregnados de literatura.
Andres says
30 mayo, 2023 at 11:12Excelente…buen escritor y mejor persona
Victoria says
30 mayo, 2023 at 12:32Ismael eres un crack, me ha gustado mucho!
Uge says
30 mayo, 2023 at 16:03Vaya por delante que aquí no hay, ni pretende haberlo, interés ninguno en decir que Isma, además de ser un excelente ser humano, es un escritor inigualable pues todo lo que escribe lo hace con la pluma que sostiene en su corazón.
GRAN ENTREVISTA, gracias por compartirla con todos nosotros.
Chane García says
7 septiembre, 2024 at 19:08¡Hola! ¡Buenas tardes! ¿Cómo están? Un saludo desde Caracas, Venezuela.
No conozco personalmente al #periodista y #poeta #Ismael_López_Gálvez: pero he tenido el gusto de charlar con él por el rudimentario chat de Twitter —que por cierto, no puedo entrar a esa plataforma… la siguen teniendo todavía bloqueada—. Necesito comunicarme con el Sr. Ismael López Gálvez; pero el problema está en que él y yo charlábamos por #Twitter nada más… ¡Y obviamente no puedo acceder a ese sitio web!
¿¿¿El Sr. Ismael López Gálvez tiene otros medios de cómo uno pueda contactar lo???
Ya lo busque6 en Instagram y no está… No tiene Facebook ni tampoco Telegram.
¿¿¿Él debe tener un correo electrónico, un e-mail???
¿Alguien me podría decir (¡por favor!) cómo me pongo en contacto con él??? ¡¡¡Se los agradecería en el alma!!!
Si alguien lee esto y es de Madrid y de casualidad lo conoce, ¡¡¡por favor!!!, páseme este mensaje.
Chane García.
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• Me da culillo poner aquí mi número de celular para lo del WhatsApp.